En la protesta participaba una caravana de autos, además de cerca de 200 personas, quienes portaban banderas negras.
Cerca de la plaza de la ciudad, se produjo un forcejeo, en el que el edil resultó con un corte en su frente, luego de lo cual fue detenido por Carabineros, debido a que circulaban contra el tránsito.
Algunos disidentes de la manifestación lo habían increpado debido a que consideraban que sólo quería conseguir publicidad.
Luego de este altercado, se produjo otro ataque en contra del alcalde, ante lo cual fue llevado por Carabineros a la comisaría de la ciudad, donde permanece hasta ahora.
En las afueras del recinto policial, cerca de 500 manifestantes coreaban el nombre de Óscar Catalán, en señal de apoyo.
Posteriormente, el alcalde fue dejado en libertad y promulgó un discurso frente a cientos de adherentes, utilizando un megáfono.
Además de criticar el actuar de la Presidenta ante la situación, que desde el 22 de enero afectaba a Aisén, aseguró que no permitirá que ninguna persona vuelva a trabajar en el lugar de la tragedia.