Escuche al alcalde de Aisén (01’08’’)
Detalles de la tragedia
PUERTO AISÉN.- Ha tenido días díficiles el alcalde de Aysén, Óscar Catalán Sánchez (UDI). A la tragedia que vive su comuna, se suma la preocupación por la posibilidad de nuevos temblores incluso más fuertes que el que el sábado azotó a la zona.
Catalán, detenido ayer en una manifestación contra la Presidenta, descarga su batería contra el Gobierno por su actitud "torpe" ante la inminencia de una catástrofe que finalmente se concretó el sábado último.
Requerido como nunca por los medios de alcance nacional, el edil profundiza en esta conversación con Emol respecto de sus críticas contra el gobierno de Bachelet.
Así, calificó de "tardías y autocomplacientes" el conjunto de medidas anunciadas ayer por la Presidenta, para hacer frente a los daños ocasionados por el sismo.
Para Catalán cualquier medida es insuficiente porque "nada va a permitir recuperar la vida de la gente que hoy está desaparecida o muerta".
El Edil agregó que estas son "medidas paliativas" y que lo que realmente se requiere es un plan "más preparado" que permita erradicar a las familias que se encuentran en la zona de riesgo —a través de la compra de terrenos o casas en otras áreas— y a quienes se vieron damnificados por los temblores con la entrega de materiales para la reparación de sus casas.
Entre los anuncios que realizó el Gobierno están garantizar la comunicación entre Puerto Chacabuco y Puerto Aisén —en caso de que un nuevo sismo interrumpa la conexión terrestre— asegurar la presencia médica en la zona y la reparación del generador eléctrico de Puerto Chacabuco.
Acción "lenta y torpe"
El alcalde de Aisén afirma que la acción del Ejecutivo ha sido "lenta y torpe", ya que en los últimos tres meses se han producido 6.100 temblores y "sólo ahora se están preocupando".
Catalán explica que, a diferencia del Gobierno, en la municipalidad llevan tres meses preparándose e incluso realizaron un mapa con las posibles inundaciones, a pesar de que se les tildó de alarmistas.
Sobre la visita de Bachelet a la zona, Catalán es enfático al decir que "hay que venir a estar con la gente y no a pasear como lo hizo la Presidenta". El alcalde afirma que la falta de información y que en estos tres meses no se haya enviado ningún experto a la región para que analice los sismos, revela la despreocupación que ha habido por parte del Ejecutivo.
"Nadie del Gobierno fue a vistar a la familia Contreras —víctimas del sismo — que vivía frente al epicentro, ni tampoco enviaron a un especialista para ver el riesgo en el que se encontraban", dice el Alcalde.
La norma sigue siendo escribir Aisén con preferencia a Aysén, y Coihaique por Coyhaique. Para ello hay dos razones.
La primera es de autoridad, pues el Instituto Geográfico Militar, entidad que sanciona los nombres de los topónimos nacionales, así lo transcribe. Es cierto, sin embargo, que el propio Gobierno en sus páginas no sigue esta autoridad y así uno se puede encontrar indistintamente con las dos versiones. Asimismo, los habitantes de la zona tienen una predilección por la palabra con “y”, quizás porque es la forma más antigua de la palabra. Pero esta no es una razón que invalide la norma.
La segunda razón —y que permite diluir la posible arbitrariedad de la apelación a la autoridad— corresponde a la naturaleza de la ortografía castellana. No hay palabras en nuestra lengua (y que respondan a eso que los gramáticos llaman el genio del idioma) que tengan a la “y” como vocal al interior de una palabra. Si nos fijamos, lo mismo ocurrió con la voz aymará, que la RAE sancionó con la forma aimara. Este es el fundamento de por qué lo hizo. En el caso de las voces provenientes del guaraní se ha conservado la “y” sólo al final de la palabra —Paraguay, Uruguay— y jamás en su interior.