Condenan a 20 y 15 años de prisión a autores del crimen del sacerdote Piccardo

SANTIAGO.- Esta tarde el Tribunal Oral en lo Penal de Puerto Montt dictó una condena de 20 años de presidio mayor en su grado máximo para el chileno Álex Patricio Escalante San Martín (25) y de 15 años de prisión en su grado medio para el uruguayo Gonzalo Caetano Urruzunu (22), por el delito de robo con homicidio contra el sacerdote Benedicto Piccardo Olivos.

Ambos sujetos tendrán que cumplir íntegramente su pena, ya que el dictamen de los jueces estableció que no tendrán beneficios.

La defensa de Escalante anunció que va a recurrir de nulidad ante la Corte Suprema, porque a su juicio no se cauteló debidamente el derecho a un juez imparcial. Al inicio del juicio, el abogado Germán Echeverría había planteado al tribunal la inhabilidad del presidente de la sala, Francisco del Campo, a raíz de las declaraciones que había hecho dos días antes al diario El Llanquihue de Puerto Montt, en las que se refirió "a los amigos del sacerdote asesinado".

Echeverría dijo que esa desafortunada opinión vertida por el magistrado lo inhabilitaba para seguir el juicio.

En tanto, tras conocer el fallo de hoy, la fiscal que investigó la causa, Soledad Santana, se manifestó satisfecha de las penas, ya que eso era lo que el Ministerio Público había sostenido durante toda la investigación.

Por su parte el abogado querellante en representación de la familia, Matías Ruiz-Tagle, manifestó que ellos esperaban cadena perpetua al menos para Escalante, porque tenía mayor cantidad de agravantes. Asimismo, anunció que estudiará si pide un aumento de las penas.

El querellante representaba al único familiar del sacerdote, su hermano Armando Piccardo, quien desafortunadamente falleció un par de días antes de que se iniciara el juicio.

Este tarde la sala estuvo repleta de público, mayoritariamente personas que conocían al sacerdote, quien fue por más de 30 años rector del Liceo de Hombres de la capital de la Décima Región.

En un fallo unánime, el 27 de abril pasado el mismo tribunal había declarado culpables a ambos sujetos de la muerte del sacerdote de 79 años.

La fiscalía había pedido una condena de 15 años y un día para Caetano y de 20 años y un día para Escalante, quienes, además, escaparon en el auto de la víctima con cerca de un millón de pesos en efectivo y otra cantidad indeterminada de dólares.

Según el tribunal, el padre Piccardo no murió por las enfermedades preexistentes, como había intentado probar la defensa de Álex Escalante, sino a raíz de un fuerte golpe en la cabeza que éste le propinó cuando Piccardo, quien lo conocía, le abrió la puerta de su departamento.

El cuerpo del religioso fue encontrado la mañana del 16 de enero de 2006, tirado en el piso de su departamento, golpeado, amordazado y con sus brazos amarrados en cruz a la perilla de una puerta y a la pata de un mueble.