Cabrera escucha la sentencia fuertemente custodiado por gendarmes.
Claudio Bueno, El MercurioSANTIAGO.- A la pena de presidio perpetuo calificado fue condenado Alfredo Cabrera Opazo, el profesor que el 19 de diciembre de 2005 golpeó a su ex mujer y luego arrojó desde un séptimo piso a su hija de seis años, Javiera Cabrera Neira.
El Cuarto Tribunal Oral en lo Penal le impuso la pena máxima por su responsabilidad como autor en el delito de parricidio de la menor, y ocho años por homicidio calificado en calidad de frustrado contra la madre de la niña, Claudia Neira.
La resolución se basa en los antecedentes reunidos por el fiscal jefe de Delitos Sexuales y Violentos, Patricio Cooper, quien logró establecer que Cabrera lanzó a su hija al vacío desde su departamento en un séptimo piso, y que momentos antes propinó cortes faciales graves —de carácter homicida— a Neira.
No obstante, el tribunal aplicó las normas del Código Procesal Penal y estableció una pena única de presidio perpetuo calificado por ambos delitos, lo que significa que Cabrera no podrá salir de la cárcel antes de 40 años. Transcurrido ese tiempo recién podría solicitar la libertad condicional.
Tras conocer la pena, el fiscal Cooper manifestó su conformidad con el fallo y destacó que "el tribunal acogió la tesis de la Fiscalía Centro Norte en cuanto a los delitos, a las agravantes y al hecho que el acusado no padecía ninguna enfermedad mental".
A la audiencia asistió gran cantidad de público, entre quienes se encontraban familiares y vecinos del condominio en que falleció la menor, quienes desplegaron afiches con la foto de la niña y gritaron "asesino" a Cabrera, quien escuchó la sentencia sin hacer mayores expresiones.
El 19 de diciembre de 2005 Claudia Neira llegó cerca de las 21:00 horas hasta el edificio de calle Arturo Prat 1450, donde retiraría a Javiera, luego de que ésta pasara la tarde con su padre.
Allí se encontró con Cabrera en la entrada del condominio, quien inició una discusión y se llevó a la niña a tirones hacia el departamento 706, donde se encerró. Claudia Neira los siguió, y luego de tocar insistentemente la puerta fue abierta por Cabrera, quien tomó a la mujer del pelo y la llevó hacia adentro.
Una vez allí, el sujeto comenzó a golpearla y herirla con elementos cortantes, lo que le ocasionó una fractura de mandíbula, lesiones profundas de los músculos de esa área y corte de la glándula parótida. Luego, tomó a su hija en brazos y la lanzó al vacío desde una ventana, causándole la muerte inmediata.