SANTIAGO.- La Presidenta de la República, Michelle Bachelet, rendirá hoy lunes su segunda cuenta anual sobre el estado de la nación, en medio de una baja en la aprobación al Gobierno y una severa crisis a causa de las falencias del proyecto estrella del Transantiago.
La presidenta socialista debe dar lectura a su mensaje ante el Congreso Nacional, a partir de las 10 horas.
Respecto a los anuncios hay un absoluto celo y reserva pero se espera que la Presidenta aborde los temas del Trasantiago, las reformas a la Educación, los temas previsionales y laborales, de Salud, Vivienda y hasta la política financiera.
El Ministro Secretario General de Gobierno, Ricardo Lagos Weber dijo que el énfasis estará puesto en el eje central del gobierno, que son los temas sociales y de equidad, en la Educación y la Salud, entre otros. Dijo que sin duda también abordará temas de la coyuntura política, incluyendo el transporte y la vivienda. Tampoco negó que la Mandataria pueda referirse a la política sobre recursos financieros.
Lagos Weber rechazó que haya una imagen negativa de los chilenos. Dijo que ver las cosas en blanco y negro como algunos lo hacen no se condice con la realidad de un país que está creciendo, lo que significa más empleos y mejores oportunidades para los chilenos.
Lagos rechazó también que haya un incumplimiento de las promesas del año pasado y que tal como los señaló el Ministro Secretario General de la Presidencia, José Antonio Viera Gallo el cumplimiento ha sido superior al 90 por ciento.
Bachelet ha perdido once puntos de popularidad desde febrero a la fecha, a causa principalmente de un impopular sistema de transporte público, el Transantiago, implantado hace tres meses en esta capital de seis millones de personas.
A los problemas del Transantiago se agregaron denuncias de corrupción en algunos organismos públicos a causa del desvío de dineros públicos a bolsillos privados y a campañas de políticos oficialistas.
El Gobierno también ha sido criticado de ineficiencia por la respuesta a catástrofes naturales como el terremoto de la Primera Región, el año pasado, donde habitantes de poblados del interior todavía reclaman obras de reposición y el tsunami de Aisén que puso la mira sobre la capacidad de la Onemi. Más reciente es la crisis de envíos de gas desde Argentina, que también repercute en el estado de insatisfacción ciudadana.
Medidas de seguridad
Cerca de 1.500 serán los efectivos policiales que resguardarán la seguridad en Valparaíso y Viña del Mar, principalmente en las inmediaciones del Congreso y en Avenida Pedro Montt, donde se realizará la única marcha autorizada convocada por la CUT, y a la que se espera lleguen al menos tres mil personas.
El subsecretario del Interior, Felipe Harboe, revisó ayer las medidas de seguridad con que se resguardarán los actos del 21 de mayo, en la Plaza Sotomayor y en el Congreso Nacional.
Harboe anunció que "se han adoptado medidas preventivas para que todo marche en paz y tranquilidad. Así como hemos preparado servicios policiales de primer nivel, para que la gente pueda llegar tranquilamente a celebrar esta nueva cuenta del 21 de mayo, también esperamos compromiso de todos aquellos que quieran realizar alguna manifestación, que lo hagan en paz y tranquilidad, sin violencia".
El general Director de Carabineros José Bernales, en tanto, reiteró que "hay un despliegue policial importante destinado a evitar hechos de violencia", e hizo eco del llamado a la tranquilidad en las manifestaciones que se realicen.
Demandas políticas
“La gente no quiere más promesas, quiere escuchar explicaciones de la Presidenta y no promesas futuras”, dijo Darío Paya, secretario general de la Unión Demócrata Independiente. Esta semana se dijo, por ejemplo, que los anuncios de hospitales para La Florida y Maipú, todavía no se concretan.
Los puntos favorables para el Gobierno es la inclusión de más enfermedades al plan Auge y los indicadores de crecimiento económico.
José Antonio Gómez, presidente del Partido Radical, oficialista, admitió que “es un momento político complejo, pero que tiene que ver con un momento puntual. El Transantiago ha opacado las cosas buenas que se han hecho...”.
Bachelet, que ahora apenas supera el 40% de aprobación según algunos sondeos, enfrentó su primera crisis dos meses después de asumir el poder en marzo del 2006, cuando estalló una masiva rebelión estudiantil, y luego surgieron las denuncias sobre corrupción, las que son investigados por la justicia.
La espina del Transantiago
En el oficialismo admiten que las deficiencias del Transantiago pueden repercutir en las elecciones municipales del próximo año y quizás en las presidenciales del 2009.
El Transantiago redujo de un día de 8.000 autobuses del transporte público a menos de cinco mil, y diariamente decenas de miles de personas deben caminar hasta 10, 20 ó 30 cuadras para tomar buses o hacer varios transbordos antes de llegar a su destino. La red del tren subterráneo, Metro, elevó sus pasajeros de 1.600.000 pasajeros a 2.300.000, con hasta 7 u 8 personas apretujadas por metro cuadrado.
Una demostración del descontento social se vivió hace pocos días cuando unas 200 personas desalojadas de una congestionada estación del Metro salieron a la superficie y protestaron obstruyendo el tránsito, en el horario punta. Fueron dispersados con gases lacrimógenos.
El ministro de Transportes, René Cortázar, reiteró el sábado medidas para mejorar el sistema del Transantiago y prometió que funcionará bien antes de fin de año.