Abogado querellante en caso Zakarach pedirá que Carabineros se sume a la búsqueda

SANTIAGO.- "No ha pasado nada. Cero avance". Ése es el diagnóstico del abogado querellante Cristián Espejo, después de 44 días de infructuosa búsqueda del ex líder de la red de pedofilia Páidos, Rafael Maureira Trujillo —alias Zakarach—, quien desapareció el 17 de marzo de la casa de acogida de la Fundación Carlos Oviedo, de avenida Matta.

Ni la publicación de "las mil caras de Zakarach"; ni la prohibición de informar sobre el caso (que en menos de 24 horas fue levantada);  ni los diez millones que ofreció la parte querellante como recompensa por información sobre su paradero, han permitido acercarse a uno de los prófugos de la justicia más buscados del país.

"Es preocupante, así que yo creo que voy a pedir que incorpore otro tipo de búsqueda, pero dirigida por Carabineros. Formalmente a la jueza se lo voy a pedir el lunes", adelantó a Emol el abogado Cristián Espejo.

Hasta el momento las pesquisas han estado a cargo de la Policía de Investigaciones, pero para el jurista ello ya no es suficiente. A su juicio, incorporar a las labores de búsqueda a personal de Carabineros se convertiría en un "incentivo" para los detectives, y generaría una "sana competencia".

Poco interés por recompensa

Dos semanas, dos llamados: uno en broma, otro más serio, es la estadística desde que el abogado Espejo comunicó que un grupo de empresarios "altruistas" había ofrecido diez millones de pesos como recompensa por información que condujera a la captura del líder de la red de pedofilia Páidos, condenado a 20 años de presidio.

En la llamada "más seria" se está trabajando, comenta el querellante. Pero el delator aún no ve un peso. El botín sólo se entrega a cambio de un "dato concreto, definitivo, determinante, y conducente a la captura", explica Espejo. En palabras más simples: sólo una vez que se logre la captura, gracias a los datos de una persona, a esa persona se le cancela el dinero. Y si son varias personas las que aportan información, el monto se reparte.

¿Cómo surgió la idea? "La verdad es que conversando con amigos salió el tema", responde el querellante, quien pese a la escasa demanda que ha habido por la recompensa, confía y en que es un método efectivo. Y asegura que en otros países ha dado resultado.

"En Chile no, pero en otros países sí. En Estados Unidos fundamentalmente", puntualiza.

—Con decisiones como la negativa a designar un juez de dedicación exclusiva y el nulo avance de la investigación ¿usted está perdiendo las esperanzas de encontrar a Zakarach?

"Mire, yo nunca pierdo las esperanzas, pero sí soy realista, y la verdad es que un poco el tiempo transcurrido a mí me señala de que lo más posible es que esté fuera de Chile, puesto que si estuviera acá con toda la presión que hay, con toda la preocupación de la ciudadanía, creo que lo hubiéramos encontrado. No es un Paul Scheafer que tenga una gran red de protección".

—Y en el extranjero, ¿se están tomando medidas?

"No pues, porque es de búsqueda internacional no más. Pero, usted vio que cuando le preguntaron a algunos cónsules, no tenían idea que estaban buscando a Zakarach".

—¿Y cómo han vivido este proceso los familiares de las víctimas?

"Ellos están muy muy desesperanzados. Además cuando yo tuve el conflicto con el subsecretario por el tema de la recompensa, a ellos les quedó una sensación extraña, como que habían personas que no estaban muy interesadas, y cuando usted quiere buscar a alguien tira toda la carne a la parrilla, entonces, si la recompensa no es ilegal, salió el subsecretario Harboe diciendo ‘mire, no nos gusta’, entonces como que genera una sensación (...) de que pareciera que hay gente que no quiere ayudar".