Dramático rescate de hombre que intentó lanzarse desde edificio en Iquique

IQUIQUE.- Durante dos horas estuvo en la azotea del edificio de la intendencia regional un sujeto que trató de suicidarse por no controlar su adicción a la pasta base de cocaína.

El sujeto, identificado como Claudio González Cáceres (40), fue contenido por la intendenta Antonella Sciaraffia y su chofer, Oscar Elizondo Torres, quien aprovechó un momento de descuido y lo tomó por el cuello para reducirlo y evitar que se lanzara desde una altura de 20 metros.

González llegó antes de las 8 de la mañana a la playa Bellavista ubicada a un costado de la intendencia regional y deambuló entre las rocas. En el lugar estuvo pensativo y luego detectó que había un andamio en el frontis del edificio. Optó por subir hasta la azotea y se instaló en la saliente sur oriente. De ahí abrió una mochila y se hizo un corte en la muñeca izquierda.

Hasta el lugar accedió la intendenta junto a su chofer, quienes dialogaron con el sujeto, le entregaron un cigarrillo y también le preguntaron por su decisión. Después le consiguieron un lápiz y papel para redactar una carta a su familia y llegaron la sicóloga de carabineros, Marcela Gac, y el capellán de la Armada, Juan Carlos Molina González. Cuando el sacerdote dialogaba con el hombre, el chofer Elizondo se aproximó a él y lo tomó por el cuello para reducirlo, a lo cual después se sumaron carabineros de civil y uniforme.

Claudio González es de Santiago y llegó a Iquique en busca de mejores expectativas, pero comenzó a consumir droga y su vida se destruyó. En la carta que entregaría a su familia escribió "Maggy eres una excelente mujer y esposa, cuida a mis hijos y no quiero que sigan sufriendo. Me voy a matar porque no puedo rehabilitarme. Cuida a mis hijos y que me perdone".

El frustrado suicida fue internado en el hospital y la intendenta se comprometió a financiar su rehabilitación y encontrarle trabajo.

Es la segunda vez que Sciaraffia enfrenta a un suicida. La anterior fue cuando ella estudiaba Derecho en Santiago y convenció a un joven de no usar el arma con la que se apuntaba a la sien en la estación Las Rejas del metro.