SANTIAGO.- El diputado de RN Maximiano Errázuriz pidió al Gobierno que dé urgencia a un proyecto para permitir la castración química de los violadores.
El parlamentario relanzó una idea de 2003 mientras la opinión pública chilena está expectante ante la eventual expulsión desde Brasil de Rafael Maureira, alias Zacarach, detenido en Florianópolis, hasta donde huyó para evitar una condena a 20 años de cárcel por violación y abusos sexuales contra niños.
El diputado Errázuriz recordó que antes de huir de Chile, Maureira pidió el tratamiento de castración porque, según confesó, no podía contener su tendencia a la pedofilia, es decir el deseo sexual por niñas y niños.
"La castración química existe en Alemania desde el año 1969 para los violadores mayores de 25 años, en seis estados de Estados Unidos, en Dinamarca, donde se establece en forma voluntaria, y en Francia, donde se aplicó a 21 delincuentes peligrosos que tenían una alta dosis de testosterona", declaró el parlamentario.
Según Errázuriz, la castración química consiste en que "a la persona se le pone una dosis de Depo Provera que produce el efecto de disminuir la frecuencia de los pensamientos eróticos, dificulta la erección y la eyaculación y tiene el 95 por ciento de efecto".
"La inyección no suple la pena de cárcel, porque la idea es que después de cumplir la condena se aplique esta dosis para que no siga delinquiendo", aseveró.
El parlamentario agregó que el tratamiento, que dura seis meses, debe ir acompañado por la instalación de un chip debajo de la piel que permita ubicar por satélite a la persona para que "si no vuelve sea ubicado y se lo traiga a la fuerza".