SANTIAGO.- En una emotiva ceremonia a la que asistieron más de 250 personas fue entregada “la casa de Fran’’, un hogar levantado en recuerdo de Francisca Cooper, quien falleció durante el terremoto y maremoto ocurrido hace más de 2 años en Tailandia, cuando pasaba su luna de miel con su esposo Aurelio Montes.
En memoria de ella y, en consideración que la joven era católica y ejercía su apostolado ayudando a menores desvalidos en la comuna de La Granja, junto a su grupo de “María Ayuda, su viudo, la familia de él y de ella, sus amigos y de la Fundación María Ayuda decidieron levantar un hogar de acogida para menores de ambos sexos maltratados.
El hogar se alza en la comuna de Puente, en calle Eyzaguirre al llegar a Av. Ejército Libertador, en un sitio que fue cedido por el alcalde y el concejo municipal con el fin de colaborar con el propósito fijado.
En la entrega se recordó que fueron éstos “dos años de esfuerzo’’ donde la “casa de la fran’’ se levantó gracias a miles de personas que ayudaron en su construcción con “donaciones, trabajos, ideas y oraciones’’.
Es, dijo el padre Francisco Pereira, capellán de María Ayuda, “un sueño que nace de un inmenso dolor’’.
En el acto inaugural estuvieron presente, entre otras personas, los niños y niñitas que vivirán allí, los profesionales y personas a cargo de su cuidado y protección, Aurelio Montes, sus padres, los padres de Francisca Cooper, familiares de ambas familias, amigos del matrimonio Montes Cooper, empresarios. A nivel de autoridades destacaban el cardenal Francisco Javier Erràzuriz, quien bendijo el hogar y a los asistentes, el diputado del distrito 29, Maximiano Errázuriz; el alcalde Manuel José Ossandón y el concejal de esa comuna, Lucas Palacios.
El inmueble, de construcción sólida, construido en un terreno amplio, no es lujoso, pero destaca por su cordialidad y en la ceremonia se puso el acento que sea un verdadero “hogar’’ para niños desvalidos. Los menores asistentes recibieron las palabras más sentidas en la predica del propio Cardenal.
María Ayuda existe en el país desde hace 25 años. Se vincula con el movimiento católico de Schoenstatt. Lo creo el sacerdote chileno Hernán Alessandri Morandé, en 1983. Su preocupación son los niños y niñas, en especial los que sufren maltrato. La obra está hoy presente en 25 lugares, en distintas ciudades, tres de las cuales se concentran en Puente Alto.