SANTIAGO.- Chile aspira a una mayor presencia política de la Unión Europea en América Latina y una cooperación para mejorar la gobernabilidad de los países, dijo hoy el canciller Alejandro Foxley.
"Una mayor presencia política de la UE en América Latina debería ayudar a mejorar la calidad de las instituciones y la gobernabilidad", dijo Foxley en una reunión con periodistas antes de viajar a Bruselas al III Consejo de Asociación Chile-UE.
El canciller viajará mañana a Bruselas, donde se reunirá el martes 24 con el presidente del Consejo de la UE, el ministro de Relaciones Exteriores de Portugal, Luis Amado, con la comisaria de Relaciones Exteriores de la Unión Europea, Benita Ferrero-Waldner, y con el secretario general de esa organización, Javier Solana.
Las delegaciones de Chile y la UE evaluarán el acuerdo de asociación vigente desde febrero de 2003, abordarán la integración latinoamericana, la cooperación bilateral y asuntos como cohesión social, empleo, innovación tecnológica y competitividad.
Además, Chile y la UE firmarán un Memorando de Entendimiento sobre cooperación para el período 2007-2013 que implicará para Chile recursos equivalentes a 41 millones de euros (56,6 millones de dólares), que se destinarán a diferentes programas para avanzar en la cohesión social, informó el canciller.
Foxley destacó que el balance de la Asociación Chile-Europa "hasta ahora es muy bueno,” ya que desde 2003 las exportaciones chilenas al bloque se han triplicado, mientras la inversión de la UE a Chile suma unos 65.000 millones de dólares, cifras que convierten al conglomerado en el primer socio comercial de este país.
"Naturalmente estamos muy satisfechos con ese resultado y así se lo vamos a hacer ver a las autoridades con las cuales nos vamos a reunir", manifestó el ministro Foxley, que también destacó los programas vigentes en cooperación técnica.
"En la nueva fase de esta asociación (2007-2013) nos interesa especialmente renovar el diálogo político y quisiéramos ver a los países del conglomerado facilitando una mayor convergencia en tareas comunes entre los países de América Latina", afirmó.
"Necesitamos definir tareas comunes en Latinoamérica si queremos tener éxito en los procesos de integración", añadió y dijo que la región tiene mucho que aprender de Europa al respecto.
Agregó que hasta ahora "hay mucha fragmentación en la región y enfoques demasiado diferentes en algunos temas políticos, económicos y sociales".
Precisó que estas tareas comunes son mejorar la gobernabilidad en los países, la integración social y establecer una red básica para producir seguridades críticas a las personas frente a la violencia.
"Queremos en conjunto con la UE promover y facilitar convergencias en América Latina, en el enfoque de políticas públicas que nos permitan acercarnos a patrones europeos en gobernabilidad, en cohesión social y en reducción de desigualdades", subrayó y sostuvo que ello ayudaría a consolidar la integración regional.
También adelantó que Chile pedirá un ritmo "más exigente y más rápido" en materia de desgravación arancelaria, particularmente en los temas agroalimentarios.
Indicó que esto es urgente en momentos en que se está produciendo una aceleración de los Tratados de Libre Comercio bilaterales o entre grupos de países, lo que a su juicio va a continuar debido al estancamiento de la Ronda de Doha.
"La ronda de Doha no está encaminada a ningún objetivo positivo, está estancada y en estos momentos estamos bastante pesimistas de que ese acuerdo multilateral funcione", sentenció.