Timonel UDI: Le dije a Viera-Gallo que estábamos disponibles para hablar de educación

SANTIAGO.- "Cuando uno quiere conversar, conversa nomás, no pone condiciones", sentencia el presidente de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Hernán Larraín, después de que los timoneles de la Concertación advirtieran que para sentarse a negociar con la Alianza, ésta tiene que abandonar la "tesis del desalojo" y cambiar su "postura beligerante" y "obstructiva".

"Yo creo que eso es una manera de caricaturizar nuestra realidad, nosotros estamos en una posición clara, precisa, de oposición, que fiscaliza los actos negativos y de corrupción, y desgraciadamente hay mucho que fiscalizar (...) Pero, sin perjuicio de eso, hacemos permanentemente proposiciones", asegura, y ejemplifica con el proyecto que limita las facultades de los jueces de garantía para dejar en libertad a delincuentes peligrosos, que fue aprobado en la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia del Senado, con votos de la Alianza y de la Concertación.

El senador gremialista advierte que si los proyectos gubernamentales son malos o las propuestas inadecuadas, no pueden contar con su visto bueno, porque "no nos pueden imponer las cosas como quisieran". Además subraya que esta búsqueda de consensos del Ejecutivo se da cuando "no han podido disciplinar a su gente".

"Se ven en la necesidad de hablar con nosotros, pero si lo van a hacer entonces háganlo con llanura, no con una actitud de poner las reglas y las exigencias antes de si quiera sentarse a hablar", emplaza, en conversación con Emol.

Asimismo asegura que el ministro secretario general de la Presidencia, José Antonio Viera-Gallo, lo llamó el domingo y el lunes, y que en esas conversaciones le dejó en claro que la oposición tenía voluntad de dialogar con el Gobierno.

"A mí me llamó el ministro Viera-Gallo para ver si nosotros estábamos disponibles para el tema educacional. Hablé el domingo y hablé el lunes con él. Ellos quedaron de ver la modalidad y le dije que nosotros estábamos disponibles para sentarnos a hacer esa discusión en el trámite legislativo de la Cámara, y ahora le toca al Gobierno pronunciarse. Pero no es de buen gusto hacerlo con condiciones", comenta Larraín.

"Si esto va a ser condicionado quiere decir que en realidad no les interesa la educación, y allá ellos, nosotros no estamos cuestionando, podríamos hacerle muchas críticas, muchos juicios, pero no es el momento. Cuando uno se sienta y manifiesta la voluntad de afrontar problemas tan importantes como el la educación tiene que ser un poquitito más generoso y menos exigente, así que no veo en ellos mucho espíritu de conversar", agrega.

—¿Le parece contradictorio que ayer Sergio Bitar haya valorado como un avance la propuesta de la Alianza en materia de educación, pero que esa propuesta no fue patrocinada por el Ejecutivo y se comenzó a discutir sólo el proyecto del Gobierno?

"Eso es lo que pasa, parece que a este Gobierno no le interesa aparentemente el diálogo, porque si le interesara tendría otra actitud. Y eso es lo que tenemos que comprobar, el país va a ver ahora si acaso el interés de resolver problemas como el de la educación es verdadero o es simplemente una actitud para la prensa, porque aquí hay un proyecto concreto que solos no lo sacan, y nosotros tampoco, por eso que hemos presentado nuestra iniciativa y esperamos que haya sentido común en el Gobierno y en la Concertación".

—Belisario Velasco dijo que hay que conversar y convencer, ¿en la Alianza existe el ánimo de conversar y ser convencidos?

"Cuando uno se sienta a conversar tiene que estar disponible a convencer y a ser convencido, porque si uno solamente pretende convencer al otro, eso no se llama diálogo, se llama imposición. Creo que el Gobierno si va a sentarse a conversar es porque está disponible a escuchar a la oposición, si no, no perdamos el tiempo".