Imágenes revelan cómo subcontratistas atacan a buses en El Teniente

Violentas imágenes

SANTIAGO.- Cuando se espera la reanudación de las actividades en la división El Teniente de Codelco tras cuatro días de paralización y bajo un importante resguardo policial, impactantes imágenes captadas por las cámaras de seguridad de los buses que trasladan a los trabajadores hasta la mina revelan la violencia con que operan los huelguistas al apoderarse de éstos.

Según explica un ejecutivo encargado de seguridad de la empresa Link, que transporta a los trabajadores hasta el yacimiento ubicado a 60 kilómetros de Rancagua, quienes se apoderan de los buses saben perfectamente cómo funcionan, por lo que su modus operandi es claramente definido.

Suelen atacar en grupos de 40 ó 50 personas, los que utilizando métodos como atravesarse en la vía o aprovecharse de un semáforo en rojo detienen la caravana de buses. Luego abren una pequeña puerta en la parte frontal del vehículo, donde se halla una pequeña llave que activa el sistema hidráulico, con lo cual logran abrir la puerta.

Una vez arriba del bus y generalmente en actitud violenta, obligan al chofer a tapar la cámara de seguridad, le quitan las llaves y entonces comienzan a atacar el bus, lanzándole piedras y abriendo su tapa trasera con acceso al motor, donde cortan correas y llenan el depósito de lubricante con nieve y piedras.

Dramáticos testimonios

Alfred Arias es uno de los choferes que aparece en el video sufriendo una agresión. Relata que mientras conducía vio acercarse a cerca de siete personas que portaban piedras y, en forma prepotente, le pidieron que abriera la puerta.

"Les abrí la puerta después del primer piedrazo, primero me negué porque venían violentos y pensé que si les abría me podían agredir, pero igual pasó, me pegaron un combo como de despedida", señala el trabajador, quien agrega que lo obligaron a tapar la cámara de seguridad y le quitaron las llaves, generando un gran atochamiento.

A pesar de la agresión, Arias apoya moralmente a los trabajadores movilizados. "Igual están peleando por algo que consideran justo. Les encuentro la razón, pero no que anden golpeándolo a uno. Me sorprendí que me hubieran golpeado porque comparto lo que piensan y he cooperado cuando están pidiendo monedas, entonces para la otra vez les voy a pedir un distintivo para que no me peguen".

Otro de los agredidos es Leonel Echeverría, quien fue abordado por los subcontratistas mientras el semáforo estaba en rojo y, a pesar de que les prestó colaboración, comenzaron a lanzarle piedras y ladrillos, lesionándole un brazo y una pierna.

"De repente aparece un grupo de 40 personas insultándome, diciéndome que les tirara las llaves para afuera, yo se las tiré y el que las recibió gritó 'ya, estamos listos' y empezaron los piedrazos, yo lo único que hacía era taparme la cara para que no me saltaran los vidrios y las piedras, me llegó un ladrillazo en el brazo y en la pierna", relata.

El trabajador permaneció cerca de 10 minutos recibiendo los ataques, hasta que llegó Carabineros. "Sentí harto miedo, quedé con daños, Carabineros me llevó a la mutual y los médicos me encontraron lesiones y me dejaron dos días afuera. Ahora salgo a trabajar con miedo, uno ve un grupo de personas y se asusta, piensa que va a pasar lo mismo".

Quema de buses

Otro de los afectados es Sigifredo Hurtado, quien presenció uno de los episodios más violentos del conflicto, el 25 de junio pasado. Mientras transportaba a los trabajadores por la carretera El Cobre, fue agredido en su rostro con un objeto que dañó su ojo y oído y el bus que manejaba resultó completamente quemado.

"Yo iba al principio de la caravana. De repente se me ponen dos personas a caballo al frente y me dicen que se van a tomar la carretera y que les abra la puerta, los trabajadores se bajaron y subió una persona con pasamontaña y me dice que atraviese el bus en la carretera. Yo le dije que tenía que informar de la situación, entonces voy a tomar el micrófono de la radio y el tipo me pegó en la cara con un objeto contundente", cuenta el trabajador, que quedó con marcas en el rostro.

Añade que al bajar del bus presenció cómo los quemaban. "Empezaron a hacer fogatas, a tirar piedras, andaban con bidones con bencina. Les tiraban piedras al bus y después les tiraban palos quemados para adentro hasta que se incendiaron. Yo traté de salvar al mío, porque es como el instinto, pero los tipos me pidieron que me alejara".

El trabajador agrega que tras ese episodio quedó atemorizado, "hasta el día de hoy nosotros, hablo por mí y por varios de mis compañeros, ya no vamos con las mismas ganas a trabajar, vamos con temor de que en cualquier momento nos puede llegar un piedrazo o nos incendien el bus".