SANTIAGO.- Absolutamente planificado fue, a juicio del chofer y de su auxiliar, el asalto al bus "Pullman Tur" registrado esta madrugada a la altura de Talca, en la que cuatro sujetos que se hicieron pasar por pasajeros robaron el dinero en efectivo que llevaban cerca de quince comerciantes que se dirigían a comprar a la feria Lo Valledor.
"Lo único que queremos son los peces gordos, ellos saben quiénes son y a lo que venimos", dijo uno de los tres asaltantes que se dirigió a los 39 pasajeros que cerca de las 01:15 de la mañana se encontraban en el bus.
Los dos operarios de "Pullman Tur" concuerdan en que los sujetos estaban "dateados". "Esto tuvieron que haberlo planeado muy bien, cada cosa que estaban haciendo la hicieron sincronizada, incluido el vehículo que llegó a buscarlos", dice el auxiliar Luis Torres.
Para reafirmar su hipótesis indica que lo primero que pidieron los asaltantes fue que todos los pasajeros dejaran sus celulares en el piso, de tal manera de que no pudieran avisarle a nadie lo que estaba sucediendo.
Siempre con movimientos muy calculados, dice Torres, "los delincuentes se dirigieron directamente a los comerciantes, porque sabían quiénes eran. Cuando terminaron de robarles todo el dinero y lo echaron en unos bolsos que estaban trayendo, ataron a todos los pasajeros con cinta adhesiva y abandonaron la máquina que quedó detenida por algunos instantes".
Tanta fue su planificación, que pese a haber detectado la presencia de uno de los tres carabineros de civil que viajan, ya que vieron su placa, no perdieron la calma. Sólo golpearon en la cabeza a uno con la empuñadura del arma, el cual quedó internado en el Hospital de Talca, pero no porque se percataran de que era un uniformado, sino porque hizo algunos movimientos sospechosos.
De acuerdo con las conversaciones que pudo escuchar el auxiliar, los afectados avaluaron las pérdidas del robo entre ocho a doce millones de pesos.
Amenaza de muerte
"Me dijeron que me iban a matar si yo me detenía o no hacía lo que ellos me pedían", recordó el chofer Germán Díaz, asegurando que durante los cerca de 20 minutos que duró el asalto, uno de los antisociales siempre le apuntó a la cabeza.
Pese a que estaba en la cabina, y no pudo presenciar el actuar de los delincuentes, el conductor recuerda que uno de los ladrones llamó por teléfono a otra persona para que un auto los recogiera una vez que el bus se detuviera.
Respecto de pasajeros que transportaba, Díaz sostuvo que "son comerciantes que viajan todos los domingos para comprar verduras en Lo Valledor", por lo que a su juicio, es muy probable que alguien "diera el dato".