VALPARAÍSO.- Un punzante diputado Rodrigo Álvarez (UDI) trató por todos los medios a nombre de la oposición de acorralar al ministro del Interior para hacerlo confesar si la Presidenta Michelle Bachelet supo de todos los antecedentes que han salido a la luz pública y que demuestran que no era recomendable que el Transantiago partiera en febrero.
Pero un enérgico y esquivo Belisario Velasco evitó dar esta respuesta y destacó una y otra vez que la Mandataria asumió su responsabilidad cuando reconoció que fue mal asesorada, pidió la renuncia del ex ministro de Transporte Sergio Espejo y al anunciar medidas rectificatorias en su mensaje al país el 21 de mayo pasado.
En la esperada interpelación que se realizó en la Cámara Baja y que se extendió por cerca de tres horas, el jefe del Gabinete insistió en que el Gobierno formó un comité que se encargó de solicitar y analizar los informes de distintas entidades sobre el panorama que se avecinaba con la puesta en marcha del sistema de transporte capitalino, y reiteró que ninguna de ellas recomendó postergar el inicio del plan.
Añadió que el informe del Metro que en diciembre pasado advirtió los riesgos que conllevaría el Transantiago para sus usuarios, fue pedido por él y sobre esa base se tomaron las medidas necesarias que hasta ahora han impedido, según dijo, que existan hechos que lamentar.
Las respuestas de Velasco no dejaron satisfecho a Álvarez y al menos la mitad de las 23 preguntas que hizo apuntaron a esclarecer el grado de conocimiento de la Mandataria sobre estos hechos y quién y cómo se opuso a su opinión de postergar el inicio del Transantiago.
Fue así como el interrogatorio dio paso a enérgicas palabras de Belisario Velasco y de su interpelador. Así, el primero recordó que Joaquín Lavín también tenía en su campaña presidencial el Transantiago y aseguró que “como sabían que no iban a ganar no se preocuparon mayormente”.
En este punto le recordó además a la derecha que la Concertación ha ganado todas las elecciones desde el plebiscito en adelante, y les advirtió que como “no tienen un programa, no van a ser nunca Gobierno de Chile”.
El diputado Álvarez primero trató de seguir adelante con su interrogatorio, pero terminó perdiendo la paciencia luego que que el ministro del Interior asegurara reiteradamente que el Gobierno adoptó la decisión de poner en marcha el Transantiago porque así lo recomendaban los entes privados, incluso Libertad y Desarrollo que criticó el retraso porque significaría una gran pérdida económica para los operadores. El diputado interpelador no aceptó tampoco que Velasco dijera que los acuerdos del gobierno son respetados por todos sus ministros y deslizara finalmente la responsabilidad en el ex ministro Sergio Espejo, quien firmó el decreto con el cual se puso en marcha el Transantiago y ninguno que lo postergara.
Para Álvarez, el ex secretario de Estado es "un chivo expiatorio” y Velasco, en esta interpelación, no mostró la capacidad, la responsabilidad y autoridad requerida a un ministro del Interior, por lo que terminó pidiéndole que “en nombre de Dios, váyase por el bien de Chile”.
Tras esta enérgica solicitud el ambiente en la sala se volvió a caldear tal como había sido la tónica durante toda la sesión, debido a los vítores de apoyo de la mayoría del público presente hacia Velasco, quien también recibió el respaldo todos los diputados de la Concertación, de la presidenta de su partido Soledad Alvear (DC) y de los ministros Andrés Velasco, José Antonio Viera Gallo, Ricardo Lagos Weber, Carlos Maldonado, Alejandro Foxley, Eduardo Bitrán, Laura Albornoz, Alejandro Ferreiro y Osvaldo Andrade, que se encontraban presentes en la sala.
En esta interpelación, el ministro Velasco evitó también referirse al trabajo desempeñado en esta materia por el gobierno del ex Presidente Ricardo Lagos y recalcó que la determinación de eventuales responsabilidades políticas sólo serán dilucidadas por la Comisión Iinvestigadora del Transantiago que lleva adelante la Cámara de Diputados.
En la sesión de hoy el jefe de gabinete tampoco respondió a Álvarez cuando le cuestionó su función de coordinar a los ministros, asegurando que esto "no aporta nada" al debate sobre el Transantiago. Ante este tipo de preguntas el ministro trató de derivar siempre la discusión hacia la labor que está desempeñado el gobierno para solucionar los problemas relacionados con el sietema de transportes de la capital.