Llantos, destellos y devoción católica describieron lectores de Emol que sufrieron terremoto

SANTIAGO.- No sólo los medios de prensa informaron detalles del violento sismo que afectó a Perú la noche del miércoles. El foro de Emol.com -así como muchos medios de Internet que sirvieron de vía de comunicación durante el episodio-, fue uno de los canales mediante el cual lectores del vecino país relataron, en primera persona, su experiencia de la tragedia, dando cuenta de sus circunstancias y sus miedos.

Junto con afirmar que nunca antes vivieron algo parecido, describen la gran angustia que sintieron durante el sismo y después al no poder comunicarse con sus familiares, la que muchas veces derivó en llanto, y la repentina aparición de un destello en el cielo mientras ocurría el movimiento telúrico.

D. Cerpa es uno de los que comparte su dramático testimonio. "Yo soy de Lima y justo a la hora del terremoto estaba en la universidad. Empezó con un sonido de todas las lunas y de ahí continuó con un movimiento del piso, nos estaba meciendo de un lado a otro, fue horrible y parecía que no paraba".

Agrega que de repente "se apagaron las luces y se prendió el cielo, yo pensé dentro de mí 'hasta aquí llegamos', la gente llorando y rezando para que acabe, cosa que después de un buen rato sucedió gracias a Dios".

Los dos minutos más largos

Algo similar relata A. Santiani, quien se identifica como peruano residente en Lima. "Empezó con poca intensidad y pensamos que era uno de los muchos temblores a los que estamos acostumbrados, pero el movimiento se hizo más fuerte, salimos al patio de la universidad y, estando sobre los jardines, sentíamos como el piso se ondeaba como un barquito, fueron dos minutos muy largos", relata el testigo.

Apunta que junto con suspenderse el suministro de energía "vimos dos destellos que iluminaron el cielo, dicen que fue un fenómeno eléctrico. Luego calmó, pero no podíamos llamar a nuestras casas, no había línea de teléfonos, tardé dos horas en llegar a mi hogar, hubo un apagón generalizado, mucha gente en las calles y mucho tráfico. Espero que no se vuelva a repetir".

C. A. Rosales cuenta que durante el sismo se encontraba dando clases en un tercer piso de un instituto de la capital peruana, por lo que debió ayudar a sus alumnos a mantener la calma. "Pude presenciar cómo las paredes de las viviendas aledañas se movían, así como los vidrios empezaron a romperse, fue una experiencia aterradora. Lo peor de todo fue que cuando quise comunicarme con mis familiares la red telefónica colapsó...".

Por su parte, R. Semiario afirma que "en mis 18 años, es el sismo más fuerte y largo en duración que he sentido". Finalmente afirma, como la mayoría de sus compatriotas que participaron del foro, que "los peruanos agradecemos la ayuda por parte del Gobierno de Chile y esperamos que se vayan sumando más países".