Políticos adquieren la nueva costumbre de tratarse como "animales"

SANTIAGO.- Que la política es un zoológico a más de alguien pudo habérsele pasado por la cabeza. Pero en el último tiempo, en medio del álgido clima que ha imperado en la esfera pública, son las propias autoridades las que, dejando de lado los apelativos de buena crianza, han comenzado a tratarse literalmente como animales.

Rebuscadas y a veces desconcertantes analogías del tipo "se dice que la cabra tira para el monte, y en este caso Piñera tira para la plata" han sido la tónica que han marcado la pauta de lo que debe ser una buena "respuesta tipo" ante una crítica en estos días. Toda una innovación comunicacional que, esperemos, no tenga de cabeza a sus asesores.

El Transantiago, siempre en la pauta noticiosa, hizo que en marzo pasado el diputado PPD Patricio Hales calificara de "buitres" a los políticos de la oposición, los que, según él, "se alegran y se frotan las manos" criticando al plan de transportes capitalino, tal como la vilipendiada ave se regocija al "sentir el olor a cadáver".

Pero el que parece haber inaugurado realmente esta tendencia es el siempre innovador empresario y presidenciable de RN Sebastián Piñera, quien en mayo pasado calificó de "gatos de campo" a trabajadores del servicio público, a raíz de los casos de corrupción destapados durante el año, generando gran molestia en el Gobierno cuyas réplicas se sienten hasta hoy.

A partir de ahí la costumbre de tratarse como animales se volvió más incisiva, aunque cabe consignar en esta lista el simpático salto a la fama del diputado UDI Manuel Rojas, quien pasó a ser conocido como el "diputado koala", luego de lucirse sosteniendo a una rubia bailarina que interpretó el baile de moda durante el homenaje a la Sub-20 a su regreso del mundial de Canadá, el 31 de julio pasado.

Ley de la selva en el lenguaje

Sin embargo, el martes recién pasado, recrudecieron los ataques verbales entre los políticos. El que retomó las "zoo-críticas" fue el presidente del PS, Camilo Escalona, quien mediante una forzosa analogía comparó a Sebastián Piñera con una "cabra de monte" para expresar su reprobación ante la nueva compra de acciones de Blanco y Negro S.A. efectuada por el empresario.

"Su vocación por hacer dinero, está por encima de cualquier moderación o sensatez política (...) En las zonas cordilleranas, se dice que la cabra tira para el monte, y en este caso Piñera tira para la plata", afirmó el senador.

No conforme con su "aguda" observación, Escalona trató de superarse a sí mismo comparando al día siguiente a Piñera esta vez con una "piraña", mediante un "entretenido" juego de letras. "Yo creo que Piñera tiene un problema auditivo porque está confundiendo su propio apellido Piñera con Piraña, que se lanza con voracidad sobre cualquier billetito o acción", remató con una frase digna de titular.

Siguiendo la tendencia, otro que, en el mismo día, catalogó al empresario como una especie del mundo animal fue el senador DC Jorge Pizarro, a quien le pareció que en realidad Piñera era como un "escorpión".

"Piñera es como los escorpiones: No puede con su temperamento, donde hay un buen negocio va y lo hace sin medir las consecuencias", afirmó el parlamentario, haciendo de paso un interesante análisis de la 'conducta psicológica' de los escorpiones.

Pero Piñera no se queda atrás. Ante los ataques del secretario general del PPD, Pepe Auth, y del timonel del PS, Camilo Escalona, calificó a ambos de "quiltros", aunque hay que reconocer que le subió levemente el nivel al debate, recurriendo para esta particular "metáfora" no a corrientes "dichos populares", sino nada menos que al clásico de la literatura "El Quijote de La Mancha".

"Yo le puedo decir solamente a los señores Escalona y Auth de este mundo que lean esa maravillosa frase de Sancho Panza cuando le dice al Quijote que si los quiltros ladran es señal de que estamos avanzando", citó el abanderado. Al ser consultado sobre si los dos quiltros eran los políticos aludidos, Piñera indicó que "evidentemente". Por lo visto, aún queda 'circo' para rato.