SANTIAGO.- El abogado Eduardo Contreras, conocido por su participación como querellante en casos de derechos humanos, estimó que el caso del ex capellán castrense Luis Jorquera Molina, quien fue procesado por encubrir los homicidios de 28 opositores al régimen militar, no ensombrece la labor de la Iglesia Católica en contra de los abusos.
"Yo creo que unos cuantos capellanes de regimiento que recibieron por otra parte también la formación militar, la ideología de la seguridad nacional, no pueden ser elemento para estigmatizar a la Iglesia. No se podrá sacar de allí la conclusión de que la Iglesia jugó un papel negativo en derechos humanos, porque la verdad histórica no es así", señaló Contreras, citado por Radio Cooperativa.
Según explicó, se trata del primer caso en Chile en que un sacerdote es procesado, aunque insistió en que no hay que estigmatizar a la institución por estas "escasas malas golondrinas".
"La Iglesia Católica estuvo, fundamentalmente, en el bando de los que protegieron a los perseguidos de la dictadura militar, y creo que estas escasas malas golondrinas no dan verano", dijo el profesional.
En un hecho inédito en Chile, la Corte de Apelaciones de Antofagasta sometió el viernes a proceso al sacerdote Luis Jorquera Molina como encubridor del asesinato de 28 opositores, en octubre de 1973, en los inicios del gobierno del general Augusto Pinochet.
Un comunicado del Poder Judicial también indicó que también fueron sometidos a proceso 11 personas, entre ellas el general Miguel Trincado Araneda -quien fue jefe de la II división de Ejército y juez militar de Santiago hasta fines de 2006, cuando pasó a retiro- y el ex teniente del Ejército Armando Fernández Larios, quien hace más de 30 años vive en Estados Unidos bajo el programa de protección de testigos.
Jorquera, quien en 1973 se desempeñaba como capellán del regimiento de Calama, tiene 70 años y en la actualidad es ayudante parroquial. Si es encontrado culpable, arriesga una condena de cinco años y un día.