Bachelet y Abe destacaron las virtudes del acuerdo comercial que firmaron Chile y Japón.
Jorge Jouannet, El MercurioTOKIO.- La Presidenta Michelle Bachelet y el Primer Ministro japonés, Shinzo Abe, firmaron en Tokio una declaración con motivo de la entrada hoy en vigor del Acuerdo de Asociación Económica y Estratégica entre ambas naciones.
El Tratado de Libre Comercio (TLC), suscrito en marzo por los cancilleres de ambos países y promulgado en tiempo récord por los respectivos parlamentos, convierte a Chile en el primer socio comercial para Japón en Sudamérica, según destacó Abe en el acto.
Bachelet señaló que supone una "verdadera fiesta" para las relaciones bilaterales y apuntó que el tratado es "de enorme trascendencia" para Chile, pues se convertirá para Japón en una "plataforma de servicios hacia el resto de América Latina".
Indicó que el TLC permitirá crear 50.000 nuevos empleos dentro de Chile, tanto en el norte -centrados en la minería- como en el sur -más relacionados con el salmón, los productos del pescado y los agrícolas-, y que hará incrementar las exportaciones dentro de "unos cinco años".
La firma de este documento tuvo lugar durante una ceremonia en la oficina del Primer Ministro japonés, en la que Japón y Chile suscribieron además una declaración conjunta sobre medio ambiente y otra más general, durante la visita oficial a Tokio de Michelle Bachelet.
En ellas, Chile muestra su apoyo a la intención de Japón de convertirse en miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y su "gran aprecio" a la propuesta de Tokio de reducir en un 50 por ciento la emisión de gases contaminantes para 2050.
Ambos líderes expresaron además "la fuerte voluntad de las dos partes de avanzar en un comercio libre y crear nuevas oportunidades para los sectores productivos de sus respectivos países".
El TLC entre Japón y Chile que entró hoy en vigor elimina los aranceles a la mayoría de los productos con los que comercian Japón y Chile y a un total del 92 por ciento en términos de valor.
Se trata del segundo acuerdo de libre comercio de Japón con un país latinoamericano, además del que tiene con México, y del cuarto de Chile con una nación asiática, además de China, la India y Corea del Sur.
El TLC con Japón beneficia de inmediato a Chile en la exportación de vinos, productos relacionados con el pescado, como las harinas o el salmón, y bienes industriales.
Para Japón el mayor logro es la reducción de aranceles en la partida más cuantiosa de su comercio con el país suramericano, los automóviles, que dejarán de estar cargados con el 6 por ciento de impuesto en la frontera chilena.
El acuerdo elimina cargas aduaneras a la mayoría de los productos industriales y a algunos productos agrícolas, un sector muy sensible en este país asiático debido a la presión de sus agricultores para el proteccionismo de sus productos.
Japón es el tercer socio comercial de Chile después de Estados Unidos y China, y fue el destino del 33,4 por ciento de las exportaciones chilenas al mundo durante el 2006.