PUERTO MONTT.— “Estoy optando por el más débil. Y en este minuto tú hijo es el más débil, le dije. Me amenazó con las penas del infierno. Me dijo que me iba a meter juicio y que me iba a sacar…”.
Con ese relato ante el tribunal penal de esta ciudad el médico internista Claudio Rojas, ex jefe de la Unidad de Pacientes Críticos del Hospital Base de Puerto Montt, se inició la lista de testigos de la fiscalía en el segundo juicio contra la médico Ivonne Jager, por parricidio frustrado de su hijo Andrés Vienne.
En casi cuatro horas de testimonio, el especialista dijo que los cuadros de riesgo vital que sufrió el joven Vienne sólo son explicables por la introducción de drogas o medicamentos ajenos al tratamiento que recibía.
Jager se veía cansada, desanimada y llorosa, mostrando el desgaste de más de un año de investigación y de dos procesos paralelos que enfrenta. El otra es por la muerte de su marido.