Piñera confía en que Alianza superará mal "crónico" de dispararse a los pies

SANTIAGO.- Sebastián Piñera tiene claro el diagnóstico para la Alianza tras los últimos episodios de desencuentro entre RN y la UDI: Pese a que "en lo grande y en lo importante está muy bien y con un proyecto grande y motivante (...) En lo pequeño las cosas han sido negativas y decepcionantes", afirma.

Según precisa, "conflictos absurdos", como el que se produjo por su intento frustrado de asistir a la convención en Valdivia; el que generó su cena con alcaldes gremialistas, o el último episodio en que los senadores Pablo Longueira (UDI) y Andrés Allamand (RN) se enemistaron por la autoría de una propuesta en materia laboral, ponen en riesgo la opción de la Alianza de convertirse en Gobierno y son síntomas de una "enfermedad crónica" que aqueja al bloque opositor, a la que hay que poner cura.

"Es muy importante que la Alianza por Chile termine con esta enfermedad crónica y absurda de estar permanentemente debilitando sus propios liderazgos que tanto cuenta construir. Siento que a veces la Alianza se dispara en sus propios pies", sentencia, en entrevista con Emol.

"En todo caso si usted analiza con tranquilidad y profundidad se va a dar cuenta que la fuente de los conflictos es siempre la misma, o mejor dicho, los mismos, y desgraciadamente, encabezados por personas que debieran dar el ejemplo de unidad y de lealtad al interior de la Alianza", agrega el presidenciable de RN.

-¿Al decir los mismos alude a Jovino Novoa y Pablo Longueira en la UDI?

"Me refiero a los mismos. Por ejemplo, ya que usted habla de Jovino Novoa, me quedó dando vueltas en la cabeza su frase 'si Piñera se mete con nosotros va a tener problemas', ¿qué significa esta frase? Mi mujer me dijo esta mañana (ayer) que era una directa y brutal amenaza y yo quiero pedirle al senador Novoa, a la senadora Matthei y a todos los líderes de la Alianza que recapaciten, porque no tenemos derecho a debilitar o incluso abortar nuestra opción de ser Gobierno por pequeños conflictos de envidias, egos o incomprensiones".

-¿Esos conflictos debilitan la credibilidad de la Alianza?

Definitivamente si no tomamos el toro por las astas y terminamos con estas muestras de división, descalificaciones y deslealtades al interior de la Alianza, vamos a pagar un costo en credibilidad, en confianza y en gobernabilidad frente a la opinión pública. Lo lamentable es que íbamos tan bien hasta hace un par de semanas atrás, fortaleciendo la unidad, haciendo propuestas constructivas, fiscalizando con rigor, y de la noche a la mañana el diablo metió la cola".

-¿Qué es necesario para calmar los ánimos en la oposición?

"Yo lo único que puedo pedirle a la Alianza es que tenga sentido de misión, de grandeza. Tenemos una tremenda responsabilidad y desafío con Chile y los chilenos. Millones y millones de personas de nuestro país han puesto en nosotros sus esperanzas para un futuro mejor, y no tenemos derecho a defraudarlos, ni mucho menos por pequeñeces como ha ocurrido en los últimos días y semanas. Y creo que en esto, más allá de las palabras y las promesas, se requiere una franca actitud y compromiso de unidad, de lealtad, de amistad y de generosidad dentro de la Alianza, no solamente de la boca para afuera sino que del corazón para adentro". 

-Pese a que usted reconoce que los conflictos son una "enfermedad crónica" de la Alianza, ¿igual confía en que se pueden solucionar?

"Sólo los tontos no son capaces de aprender de sus propios errores, y yo espero que haya inteligencia en el liderazgo de la Alianza y que por tanto estas luces amarillas que hemos tenido en los últimos días nos permitan enmendar el rumbo, corregir los errores, no solamente con palabras e intenciones, que han abundado, sino que con hechos y actitudes que son los que debemos promover hacia el futuro".