SANTIAGO.- El ex mandatario y actual presidente del Senado, Eduardo Frei, insistió "en la necesidad de que el Estado tome el control total de la operación del Transantiago para reordenarlo y rediseñarlo, y sólo una vez logrado esa finalidad, explorar la posibilidad de reintegrar a los privados al sistema".
En su planteamiento, Frei dice que "esta es mi forma de contribuir a la solución de esta crisis y de representar, con un planteamiento constructivo, el profundo malestar de la ciudadanía que ha sido víctima de una larga cadena de errores y decisiones desafortunadas que tenemos el deber de cortar".
"En el mes de junio pasado voté favorablemente el proyecto de ley que creó el Fondo de Estabilización para el Transantiago en el entendido de que habrían, a corto plazo, mejoras sustantivas en su funcionamiento", comienza señalando.
Agrega que "en la oportunidad, dije claramente que le estaba dando un voto de confianza para resolver una urgencia del momento. Pero, a la vez, manifesté que no creía que la entrega de recursos adicionales fuera a resolver los serios problemas estructurales que tiene el nuevo sistema de transporte público de la capital, producto de una pésima planificación previa a su puesta en marcha y una peor ejecución del mismo".
"El tiempo me ha dado la razón. Han pasado casi 75 días desde que fue despachada la normativa y la situación siguen siendo igualmente caótica", enfatiza.
Frei dice que "a pesar de esta innegable realidad, el ministro de Transporte, René Cortázar, ha expresado que en la actualidad hay más micros en las calles y que se han tomado una serie de medidas para facilitar los traslados de los usuarios. Asimismo, el Metro también implementó una serie de cambios en su servicio con la finalidad de mejorar la atención".
Añade que "no obstante estos esfuerzos, resulta evidente que nada ha servido para cambiar el curso de los hechos y hoy estamos entrampados en los mismos problemas que estoicamente los santiaguinos han debido soportar durante casi siete meses".
El ex mandatario advierte que "pese a las disculpas oficiales y a las mil explicaciones que hemos oído, la cantidad de micros sigue siendo insuficiente para la cantidad de personas que las ocupan para ir a su trabajo o para volver a sus casas. Además, aún hay sectores de la ciudad por donde no pasan vehículos de locomoción colectiva, todavía se observan aglomeraciones en los paraderos, en los fines de semanas el servicio es muy escaso y el Metro sigue funcionando con serias dificultades".
"Por otra parte, continúan los incumplimientos de los operadores privados. Incluso los días 15 y 25 de agosto (uno feriado y el otro sábado) se produjeron, en forma inexplicable, significativas bajas en el número de las ya pocas micros que circulan por las calles de Santiago y hay temores fundados que esta situación se repita en Fiestas Patrias",agrega.
Frei señala y se pregunta: "En medio de este desolador panorama, ¿qué vamos a esperar que suceda para que se tomen medidas radicales que vayan al corazón del problema y no a solucionar coyunturas? ¿Acaso continuaremos sacrificando el bienestar de las personas que utilizan diariamente este servicio y que llevan meses soportando, con frío o bajo lluvia, el rigor de un sistema fracasado?"
Por tanto señala que "las autoridades deben acoger el sentimiento de molestia e indignación que hay en la población, la que ya no quiere promesas a largo plazo, sino soluciones concretas, rápidas y efectivas. El Gobierno tiene que ser capaz de descifrar las señales que se han dado en el último tiempo. Entre ellas, la mala evaluación a la gestión de la Presidenta Bachelet en las recientes encuestas, la demanda civil por 800 millones de pesos interpuesta por una organización de usuarios y la espontánea protesta que se registró en un sector de Las Condes por la falta de micros hace algunos fines de semana atrás".
"Como a mi me interesa resolver los problemas y quiero que al Gobierno le vaya bien, una vez más reitero mi propuesta, hecha pública en la Junta Nacional de la Democracia Cristiana, en mayo pasado, de estatizar el sistema de transporte público de Santiago", manifiesta.
"Insisto en la necesidad de que el Estado tome el control total de la operación del Transantiago para reordenarlo y rediseñarlo, y sólo una vez logrado esa finalidad, explorar la posibilidad de reintegrar a los privados al sistema", enfatiza.
"Esta es mi forma de contribuir a la solución de esta crisis y de representar, con un planteamiento constructivo, el profundo malestar de la ciudadanía que ha sido víctima de una larga cadena de errores y decisiones desafortunadas que tenemos el deber de cortar. Por último, es también mi manera de resguardar la obra de los gobiernos de la Concertación, la que hoy está siendo cuestionada por los perversos efectos del Transantiago", manifiesta.
Finaliza señalando que "mientras no escuche una idea mejor, seguiré trabajando por lo que he sostenido con responsabilidad y profunda preocupación por la realidad que a diario deben enfrentar millones de santiaguinos".