SANTIAGO.- La Unión Demócrata Independiente, UDI, acordó llevar un candidato propio a la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 2009, el que quedará definido después de las parlamentarias.
El presidente del partido, Hernán Larraín, dijo que a RN le corresponde tomar la estrategia que estime conveniente y que la UDI no va interferir pero esperan un trato recíproco por lo que deseean que esa campaña no se extienda al interior de la UDI.
La semana pasada el candidato de RN, Sebastián Piñera, invitó a comer a alcaldes de la UDI, hecho que motivó una nueva polémica en la Alianza.
Hoy tras una reunión de su directiva, la UDi entregó a la opinión pública una declaración oficial en que primero "ratifica su decisión de contribuir al éxito electoral de la Alianza por Chile presentando su propio candidato presidencial".
Explica que "de esta manera se asegura a la Alianza el apoyo de una base electoral en el mundo popular que es propia de nuestro proyecto e impronta política. Nuestro candidato será elegido de acuerdo al mecanismo que determine el Consejo General. Esta nominación será hecha después de las elecciones municipales del próximo año, deseablemente en Abril de 2009".
Establece además que "a Renovación Nacional y su candidato presidencial, Sebastián Piñera, les corresponde desarrollar la estrategia presidencial que estimen mejor para lograr éxito en su cometido. Por lo anterior, y en el mejor espíritu aliancista, la UDI no interferirá de ninguna manera, directa o indirecta, en su desarrollo. Esperamos del mismo modo que RN desarrolle su estrategia presidencial en la forma que lo considere más conveniente y en los ámbitos propios de su competencia, pero -en señal de reciprocidad- dicha acción no se deberá extender al interior de la UDI. Valoramos y respetamos la opción presidencial de Sebastián Piñera y esperamos de su parte una actitud similar hacia nuestra opción".
La UDI "ratifica su compromiso con la Alianza por Chile, como el único camino que conduce a lograr éxito político para nuestro ideario en las próximas elecciones. Hará sus mejores esfuerzos por consolidar la unidad y por generar las confianzas que son necesarias para lograr este propósito. Contribuirá a mantener y profundizar el trabajo conjunto entre ambas colectividades, avanzando gradualmente en los caminos e instituciones que contribuyan a esa finalidad".
Agrega que "será objetivo central del trabajo de la Alianza: coordinar las acciones legislativas comunes; coordinar la labor opositora que requiera de acciones conjuntas; elaborar propuestas comunes en áreas que se estimen prioritarias; formar equipos de trabajo para un gobierno alternativo; fiscalizar y perseguir judicialmente los actos de corrupción; desarrollar una estrategia común para las elecciones de alcaldes; desarrollar acciones que permitan incorporar a otros sectores al trabajo de la coalición; y, en general, llevar adelante cualquier acción conducente al éxito de sus propósitos".
Añade que "se entiende que forma parte de la autonomía de ambos partidos integrantes de la Alianza el desarrollo de las respectivas campañas y estrategias electorales, salvo la de alcaldes, ya que en ésta habrá candidatos comunes que, durante el período de campaña, deberán recibir el apoyo de la coalición y sus líderes".
Más adelante insiste en que "dedicará sus mejores energías a fortalecer su proyecto político propio, en convergencia y armonía con el trabajo que efectuará a nivel de Alianza. En lo fundamental, éste se debe traducir en:
a) la elaboración de una propuesta política que perfile con nitidez su proyecto, reflejando en él los valores y principios que le dan sustento, las áreas prioritarias a las que orientará su vocación de servicio público y los proyectos que promoverá en el debate político nacional. El orden interno exige que las iniciativas particulares de sus dirigentes guarden debida coherencia con esta propuesta;
b) una acción opositora clara y precisa, que permita hacer la diferencia con el proyecto de la Concertación, la haga responsable de lo que ocurre en el país y abone el terreno para una nueva etapa en la historia política chilena. La crisis de gobernabilidad que vive Chile y la falta de efectividad en las políticas del Gobierno obligan a asumir una responsabilidad política mayor para con el futuro nacional;
c) el fortalecimiento de sus liderazgos en todos los niveles y a lo largo del país; y
d) la dedicación total a la próxima elección municipal: la UDI entra en campaña, incorporando en su plantilla de candidatos a nuevos sectores y a nuevos grupos generacionales, y llevando a cabo un trabajo fuerte y sostenido en terreno de todos sus dirigentes, parlamentarios, alcaldes, concejales y candidatos (incluyendo los candidatos al parlamento de 2009).
Finalmente declara que se "compromete efectuar un esfuerzo especial para alcanzar los objetivos políticos mencionados. La urgencia del momento así lo reclama. Ello supone realizar un trabajo efectivo y sistemático, y exige una férrea unidad interna, en el espíritu de lealtad y compromiso que han caracterizado a la UDI. En este propósito será prioritario el orden y la disciplina que, más allá de legítimas diferencias, nos obliga a asumir e implementar eficazmente las decisiones que se adopten por los órganos competentes".