Murió cabo de Carabineros que fue baleado en la cabeza en Pudahuel

SANTIAGO.- Esta mañana falleció el cabo segundo de Carabineros de la subcomisaría Pudahuel Sur, Cristián Vera Contreras, de 36 años, quien recibió un balazo en la cabeza y permanecía conectado a un ventilador mecánico en el hospital institucional.

Su muerte se produjo a las 7:05 horas en la UCI del Hospital de Carabineros, ubicado en la calle Antonio Varas con Simón Bolívar, hasta adonde fue llevado tras recibir un impacto de bala en su cabeza en medio del ataque de una turba en Pudahuel.

El cabo quedó internado con muerte cerebral en el citado recinto, donde pese a los esfuerzos de los médicos, no se pudo evitar su deceso.

El Hospital informó que el cabo sufrió destrucción de masa encefálica, pese a que cuando fue baleado tenía puesto su casco. La bala correspondería a un fusil.

Durante la noche, su estado era tan grave que el capellán de Carabineros llegó al recinto asistencial para darle la extremaunción.

El funcionario era casado y tenía dos hijos, de 9 y 6 años, que vivían en la ciudad de Lebu, región del Bío Bío. La familia debía esperar un avión para llegar a Santiago. Sin embargo, su esposa pidió ser trasladada de inmediato a la capital, por lo que fueron llevados a bordo de una ambulancia durante la madrugada. Según se informó, arribaron pocos minutos antes de que el carabinero falleciera.

Hasta el recinto asistencial llegaron diversas autoridades, entre ellas el ministro de Defensa, José Goñi, el General Director de Carabineros, José Alejandro Bernales y el subsecretario del Interior, Felipe Harboe.

El cabo Vera es el primer mártir de la institución, fallecido un 11 de septiembre, desde el año 1987.

Violentos incidentes nocturnos

Además del fallecimiento de Vera, los incidentes del miércoles dejan un saldo parcial de 41 carabineros heridos, nueve de ellos en estado grave.

Si bien durante el día la conmemoración del golpe militar fue relativamente tranquila, por la noche grupos de vándalos sembraron el terror y se "tomaron" la periferia de Santiago.

Allí dispararon armas de grueso calibre y atacaron con bombas molotov a Carabineros, instalaron barricadas incendiarias, cortaron el tránsito, robaron vehículos tras asaltar a sus conductores, interrumpieron la electricidad con cadenazos y saquearon diversos locales comerciales.

A diferencia de otros "11", los incidentes no se focalizaron en lugares habituales como Villa Francia, Lo Hermida, Cerro Navia o La Victoria, sino que se extendieron a una docena de comunas periféricas.