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Santiago: Viernes 22 de noviembre del 2024 | Actualizado 01:05
SANTIAGO.- Como una política de Estado que contó desde sus inicios con el apoyo de la Alianza, calificó el Senador Sergio Romero la decisión que adoptó Chile respecto de no patrocinar un ataque armado contra Irak.
Lo anterior, luego que en los últimos días se filtraran antecedentes, que revelarían que Estados Unidos, habría intentado condicionar la firma del Tratado de Libre Comercio, entre ese país y Chile, al apoyo de una invasión armada a Irak.
Sergio Romero, integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado manifestó que “cuando hubo que tomar una determinación al respecto, manifestamos la necesidad de que Chile tuviera independencia, en aquel escenario, porque era el modo de enfrentar esa situación como país”.
El parlamentario, agregó que “la determinación nació como una política de Estado, por lo que no es efectivo que esto haya sido sólo una política gubernamental. Nosotros le expresamos al Presidente de la época, Ricardo Lagos, que estábamos en esa línea y así lo hicimos ver”, sentenció.
En su oportunidad, el año 2003, Romero manifestó claramente que el TLC con Estados Unidos, no obligaba a apoyar un ataque armado contra Irak. "En aquel entonces, hubo un explícito reconocimiento a la actitud de Estado, que sostuvimos con la Alianza. Hoy echamos de menos ese gesto y sólo se destaca la acción gubernamental de la época, en circunstancias que nuestro respaldo permitió hacer, lo que había que hacer", sentenció Romero.
Según el Senador, Chile tiene una larga tradición de respeto a los tratados y al orden mundial, por lo que debía mantenerse independiente, frente a la definición del uso de la fuerza en dicho conflicto. Además “el TLC con Estados Unidos, sólo se insertaba en un ámbito comercial y no político”, dijo.
Finalmente, el parlamentario, manifestó que “la sana evolución de las relaciones entre ambos países, ha hecho manifiesta la validez y efectividad de dicha independencia, la que sin ir más lejos permitió, concebida y respaldada siempre como una política de Estado, que no se alterara el natural curso de otros asuntos bilaterales, como el acuerdo comercial hoy vigente”.
