SANTIAGO.- La Cancillería expresó a través de un comunicado que nada "podrá afectar los derechos de nuestro país" sobre el territorio Antártico Chileno, en alusión al estudio que Gran Bretaña pretende sobre la delimitación de la Plataforma Continental.
En un comunicado de tres puntos establece que "En relación con informaciones públicas en el sentido que el Reino Unido se encuentra estudiando técnicamente una eventual presentación ante la Comisión de Límites de la Plataforma Continental que establece la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que podría incluir la Antártica, el Ministerio de Relaciones Exteriores manifiesta su legítimo interés en que este trabajo se haga en plena conformidad con los principios del Tratado Antártico y las normas del Sistema del Tratado Antártico".
Añade que "el Ministerio de Relaciones Exteriores hace pública la reserva del Gobierno de Chile, invocando especialmente el Artículo IV del Tratado Antártico, en todo lo que diga relación con la proyección resultante de esos estudios y que pudiere superponerse al Territorio Antártico Chileno. Así, una presentación ante la Comisión indicada o a través de otros medios, no podrá afectar los derechos de nuestro país sobre dicho territorio y sus espacios marítimos o implicar un reconocimiento respecto de la nueva proyección que pudiere efectuarse".
Finalioza señalando que "el Ministerio de Relaciones Exteriores reitera su plena adhesión a los propósitos del Tratado Antártico y confía que éstos continuarán guiando el actuar de todos los países miembros".
Pretensión británica
La pretensión británica de reclamar derechos soberanos sobre más de un millón de kilómetros cuadrados en la Antártida y de ampliar derechos de explotación de minerales e hidrocarburos sorprendió y generó hoy preocupación en Chile.
El canciller en funciones, Alberto van Klaveren, sostuvo este jueves que “Chile va a hacer reserva de cualquier reclamación que incluya territorio antártico chileno", tras el anuncio del Reino Unido.
Van Klaveren indicó que “no conocemos los alcances exactos de esa presentación ante las Naciones Unidas y por cierto vamos a opinar de manera definitiva una vez que conozcamos ese texto, pero sí podemos adelantar que Chile va a hacer reserva de cualquier reclamación que incluya territorio antártico chileno, eso lo vamos a hacer en virtud del artículo 4 del Tratado Antártico".
Van Klaveren descartó además que esta situación pueda resentir las relaciones con Inglaterra.
"No creemos que eso vaya a suceder porque el Reino Unido ha sido un país que siempre ha sido respetuoso del Tratado Antártico, al igual que el resto de los países reclamantes, en consecuencia yo creo que Reino Unido va a mantener esa posición", precisó.
En tanto, el embajador de Chile en Argentina, Luis Maira, dijo a los periodistas que la demanda británica sobre la Antártica se ve con preocupación en Argentina, “porque se liga mucho con el conflicto de las Islas Malvinas".
Maira, que se encuentra en Santiago, explicó que el tema genera "dudas” y que “tiene una proyección estratégica que le corresponderá a la cancillería chilena estudiar y tener una reacción probablemente sin la prisa y sin la carga pasional que este tema tiene en Argentina".
Desde Punta Arenas, Roque Tomás Scarpa, portavoz del Instituto Chileno Antártico, con sede en esa ciudad, a 2.244 kilómetros al sur de Santiago, afirmó hoy que la pretensión británica “es un desafío al espíritu del Tratado Antártico vigente desde 1959".
El experto agregó, en declaraciones a radio Cooperativa, que la información ha “sorprendido” al Instituto.
El Tratado Antártico suscrito en 1959 y que estaba destinado a prevenir futuras disputas en el continente blanco establece que no se presentarían nuevas reclamaciones territoriales sobre la Antártida.
La reclamación británica se superpone a territorio antártico también reclamado por Chile y Argentina.
"La Antártida no puede militarizarse, no puede haber armas ni tampoco la explotación de recursos como el petróleo, que se supone que hay. Eso también está prohibido", subrayó Scarpa.
Recordó que en el continente helado sólo se puede desarrollar actividad turística y científica y destacó que ésta última “va creciendo enormemente".
De acuerdo con la información aparecida en el periódico británico The Guardian, las autoridades del Reino Unido pretenden reclamar, incluso ante Naciones Unidas, derechos soberanos para la extracción de reservas de gas, minerales y petróleo en un radio de hasta 350 millas náuticas frente al territorio antártico.
Scarpa recordó, asimismo, que está vigente el Protocolo medioambiental del Tratado Antártico, firmado en 1991 y que prohíbe toda actividad relacionada con la extracción de minerales y otros recursos que no estén destinados a la investigación científica.
También señaló que el Tratado Antártico estableció un status quo "que todos han respetado hasta ahora” y subrayó que el anunciado reclamo británico, que aún no se ha concretado, afecta ese acuerdo.
El canciller Alejandro Foxley, que acompaña a la presidenta Michelle Bachelet en su visita oficial a Italia, al ser consultado al respecto declinó referirse al tema hasta no conocer en detalle los antecedentes que hay al respecto.