La subteniente Marisol Vargas (23) ha tenido un difícil paso por el Ejército.
Raúl Maldonado, El MercurioSANTIAGO.- Con un episodio de bulimia, anorexia y un robo de fotos íntimas desde su computador en el historial de su corta carrera militar, la subteniente Marisol Vargas (23) tiene miedo de seguir en el Ejército. Precisamente esta semana se hizo famosa al denunciar que fue dada de baja a causa de unas fotografías sexuales que se tomó con su novio, también uniformado, que habrían sido sustraídas por un capitán de su unidad.
Pero lo cierto es que ya era famosa desde mucho antes al interior de la institución. Según cuenta a Emol, "esto fue un comentario desde Arica a Punta Arenas, a mí me llamaron de distintas unidades del Ejército preguntándome por qué me sacaba ese tipo de fotos, incluso inventaron que también había un video, y esto se prestó para que se hablara de mí y de novio".
A pesar de todos los perjuicios laborales y a su dignidad que, a su parecer, le ha ocasionado esta situación, la bella Marisol dice enfática que no está arrepentida de haberse tomado esas fotografías. "Nunca, no me voy a arrepentir porque es mi intimidad y yo puedo hacer lo que quiera en mi intimidad", afirma.
Respecto de haberlas guardado en el computador que utilizaba para trabajar, mantiene la misma postura: "No, no estoy arrepentida porque es mi computador, yo lo compré con mi esfuerzo y yo no tengo la culpa de nada (...) En ninguna parte del reglamento del Ejército sale que uno no puede tener cosas personales en los computadores".
Maltratos en la Escuela Militar
Pero sus malas experiencias en la institución tienen una larga data. A la reciente usurpación de fotos, en julio de este año, se suma un episodio de bulimia en su tercer año en la Escuela y uno de anorexia, en marzo de 2007. Precisamente en estos "trastornos alimentarios" se sustenta su baja de la institución, situación que ella califica como una "excusa" y lo atribuye a los maltratos que recibió durante su formación en la Escuela Militar.
"En la Escuela Militar las mujeres recibimos maltrato psicológico, nos decían que éramos gordas, que éramos unas vacas, nos pesaban todos los viernes antes de salir y eso se va sumando, tuve una compañera que la dieron de baja por anorexia, y mi bulimia empezó en tercer año de escuela y este año tuve anorexia y bajé 20 kilos en un mes y medio", relata.
Por todo esto, y pese a sentir "mucho cariño" por la institución, dice tener miedo de permanecer en el Ejército, por lo que no realizará acciones tendientes a revertir su baja. "Yo no quiero quedarme en el Ejército porque ya me da miedo, porque en mi corta carrera ya me enfermé de bulimia, de anorexia y ahora más encima violan mi intimidad, qué me espera para más adelante", afirma.
"No lo dejaron casarse conmigo"
Marisol Vargas, quien hoy se reunirá con el Comandante en Jefe del Ejército, General Óscar Izurieta, para exponerle su situación, acusa además que el coronel a quien obedece su novio le prohibió que se casara con ella, pese a que tenían fecha el 17 de agosto pasado, y lo envió destinado al sur de Chile para separarlos.
"No lo dejaron casarse conmigo. El mando de él dijo que yo era una mujer poco criteriosa, que no reunía todas las características que tenía que tener una señora de oficial y por lo tanto lo alejaron de mí, lo mandaron destinado a Porvenir y no lo autorizaron a casarse conmigo", indica.
No obstante, afirma con decisión que "nos vamos a casar igual. No vamos a permitir que se haya violado nuestra intimidad y que nos impidan el matrimonio". Señala que la nueva fecha para la boda es el 23 de noviembre y que su intención es rehacer su vida, "empezar a estudiar de nuevo, algo totalmente distinto y preocuparme de mi futura familia".
Marisol Vargas junto a su abogado Alfredo Morgado presentó hoy una denuncia en la Fiscalía Militar en contra del funcionario que habría sustraído sus fotografías desde su computador personal que utilizaba para trabajar, el pasado 9 de julio.
Se trata de un capitán que se desempeña en el Regimiento Limache. "Él se metió a mi computador sin mi consentimiento, mi computador estaba en mi oficina, yo no me encontraba en mi oficina, empezó a revisar mis carpetas de fotos, se encontró con esas fotos, las grabó y las sacó", afirma la afectada.
Agrega que él es comandante de la sección de informática y computación de la unidad "y por ende tiene mucho conocimiento del tema computacional". No sabe si las distribuyó, pero lo cierto es que su alto mando se enteró.
Acerca de las razones que lo habrían motivado, la mujer señala que "no sé qué cosa tiene él en su cabeza, pero como fue capaz de hacer eso la verdad no sé si está obsesionado conmigo o le gusta mi novio, que sea homosexual. La verdad es que no encuentro ninguna razón".