El ministro Cerda defendió su libertad de opinión.
Jaime Bascur, El MercurioSANTIAGO.- El Pleno de la Corte de Apelaciones de Santiago confirmó esta mañana la decisión de no aplicar sanciones al ministro Carlos Cerda, en un caso que se originó a raíz de declaraciones que formuló el magistrado tras haber procesado a la familia Pinochet.
El tribunal de alzada, por 16 votos contra cinco, ratificó así la proposición del ministro investigador Cornelio Villarorel, quien el lunes de la semana pasada pidió el sobreseimiento del caso sin aplicar medidas.
No obstante, trece de los ministros recomiendan al juez Cerda que se abstenga de hacer declaraciones como las efectuadas a El Mercurio cuando -tras los 23 procesamientos que dictó por malversación de caudales públicos en contra de la familia Pinochet y sus colaboradores en el caso Riggs- dijo que creía que sí se podía confiar en aspectos sustantivos y que "la Sala Penal de la Corte Suprema ha puesto al derecho chileno al día. A las otras les falta mucho".
En su fallo de ocho páginas, el ministro Villarroel asegura que las declaraciones de Cerda "gozan de aquella legitimidad jurídica que emana del hecho de haberse encontrado autorizado constitucional, legal y plenamente para ello, esto es, con el título constitucional suficiente para el ejercicio efectivo de su libertad de opinión, por no ser sus derechos propios distintos a los de otro ciudadano no judicial".
A su juicio, no se puede limitar el derecho del ministro Cerda "a emitir opiniones, ni menos sancionarle por haber obrado como lo hizo. Si se procediera así se violaría a su respecto a la igualdad ante la ley".
Defensa del magistrado en el sumario
Carlos Cerda abogó por su libertad de opinión y aseguró que pretendía "mostrar a mi país exuberante en progresos jurídicos legislativos".
El juez sostuvo que su "intención no se enderezó por el camino de menoscabar, sino al contrario por el de reconocer en el extranjero y con cierto orgullo los avances del máximo tribunal en la internalización del derecho internacional de los derechos humanos, entre otras materias".
También defendió su "libertad constitucional de opinión" y expresó que al efectuar las referidas declaraciones su única intención fue reivindicar "la actitud de progreso, que, a su juicio, testimonia en estos tiempos (aludiendo a la Corte Suprema)".