SANTIAGO.- "Yo quiero que sigas estudiando y te voy a regalar una beca". Con estas palabras el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, podría cambiar completamente la vida de Jean Pierre Silva (14), el escolar que el pasado viernes lo ayudó a plantar un árbol autóctono en el Parque Metropolitano en el marco de la XVII Cumbre Iberoamericana.
A cinco días del encuentro, Jean Pierre tiene "la esperanza de que el Presidente cumpla con su promesa", aunque aún no sabe cómo se gestó la idea de que su colegio participara en la actividad, hecho que lo sorprendió gratamente el pasado martes 6 de noviembre.
Mientras se encontraba en medio de la clase de Educación Física, su curso, el Primero Medio B del Liceo Poetisa Gabriela Mistral de Calera de Tango, se enteró de que había sido seleccionado para ayudar a los Mandatarios de visita en el país a plantar el primer Parque Iberoamericano de la región.
Al llegar a casa, le contó a sus hermanos mayores que cursan Cuarto y Segundo Medio, quienes al igual que él se sorprendieron cuando el viernes de la semana pasada Jean Pierre tuvo la oportunidad de conversar con el gobernante más polémico de la reunión, el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez. "Yo lo conocía de antes… por las noticias y esas cosas”, aclara Jean Pierre sobre su relación con el Jefe de Estado.
El día fijado para el acto con los Presidentes, un bus de la Municipalidad de Calera de Tango llegó puntualmente al liceo para recoger al adolescente y a sus compañeros. "Teníamos que usar jeans y la polera del colegio, además ya nos habían sacado la foto para la credencial de la cumbre, así que estábamos listos", cuenta el menor.
Una vez en el Parque Metropolitano "una coordinadora nos designó y me dijo 'A ti te toca Venezuela y en el momento indicado los presidentes se acercaron a nosotros", relata el joven, calificado como un “niño bueno y respetuoso” por sus profesores.
Sus minutos con Chávez
Jean Pierre comenta que antes de reunirse con el Mandatario no estaba asustado y asegura que no tenía ninguna preferencia acerca del país que le podía tocar. "Cuando (Chávez) llegó a mi lado, me saludó, me dio la mano y me preguntó mi nombre. Después me preguntó si estudiaba y yo le dije que sí, y le conté en qué colegio estudio", recuerda.
Luego de eso, el gobernante venezolano le preguntó por su familia, pues quería saber con quien vivía y se mostró sorprendido con la historia del joven: "Vivo con mi papá y dos hermanos mayores, porque mi mamá se fue cuando yo tenía dos años".
Al escuchar la respuesta de Jean Pierre, Chávez se quedó en silencio unos segundos y le respondió “lo siento mucho” y le dio un abrazo, invitándolo a cumplir con la tarea encomendada.
Tras ese breve cruce de palabras, el Mandatario fue constantemente solicitado por la prensa, que observaba fijamente sus aptitudes para la jardinería, por lo que no pudo conversar mucho más con Jean Pierre.
Sin embargo, la experiencia del joven en el tema, cuyo padre trabaja como jardinero en Calera de Tango, facilitó el trabajo del gobernante que hizo enojar al Rey Juan Carlos I en la jornada de clausura de Cumbre, al tildar de “fascista” y “racista” al ex jefe del Gobierno español José María Aznar.
Una vez que Presidente terminó su diálogo con la prensa y el árbol autóctono fue puesto en su lugar, Chávez sacó un papel, un lápiz y algo más: la oferta de una beca para que Jean Pierre Silva continúe su educación.
"Mientras plantamos el árbol, no hablamos más de ese tema y después me pidió mi nombre, mi teléfono y el nombre de mi papá" y ahí me regaló la beca "aunque no me dijo de qué tipo ni tampoco me dio un plazo", cuenta el escolar, que pese a la informalidad del regalo, no duda que el Presidente cumplirá su palabra y que él llegará a la universidad.