SANTIAGO.- A pesar de que el terremoto de ayer tuvo una magnitud de 7,7 grados en la escala de Richter, la directora del servicio de sismología de la Universidad de Tarapacá, Bianca Glass, asegura que este no fue el gran evento sísmico que se espera para el norte del país.
Glass comenta que un factor que incidió directamente en los efectos del sismo fue la poca profundidad a la que se produjo, alrededor de 40 km. “Eso provocó que la onda sísmica causara más daño”, asegura.
La experta reconoce que lo sucedido ayer fue inesperado “porque hubo uno bastante grande hace pocos años (2005)”, pero que la población debe estar preparada para el gran terremoto que debería ocurrir.
“No podemos predecir cuando sucederá, podrían pasar muchos años o ser mañana mismo”, agrega.
Glass especifica que cada zona del país tiene ciclos repetitivos distintos: “Nuestra zona norte hace más de 100 años que no tiene un evento grande” y se espera, en su opinión, una magnitud de 8 grados..
El último registro de un gran terremoto en el sector corresponde al año 1877, cuando se produjo un gran tsunami que tuvo olas de alrededor de 20 metros.
Ayer, por ejemplo, se temió que pudiera ocurrir un tsunami, pero la red de boyas que posee el Instituto Oceanográfico de la Armada, que mide las variaciones anormales que se producen en el mar, sólo registró un alza de 10 cm., que no tuvo ningún efecto y difícilmente se distinguió, comenta la sismóloga.
Glass comenta que un factor que incidió directamente en los efectos del sismo fue la poca profundidad a la que se produjo, alrededor de 40 km. “Eso provocó que la onda sísmica causara más daño”, asegura.
Respecto ala réplicas, dos de las cuales se sintieron con fuerza hoy, la director del servicio sismológico explica que pueden durar varios días más. “Ayer se registraron 4 o 5 y se pueden haber producidos varias más que, por su intensidad, no fueron registradas”, comenta.