SANTIAGO.- El prófugo capitán (r) del Ejército Carlos Minoletti Arriagada, acusado de comandar el entierro clandestino de 26 cuerpos de ejecutados en 1973 por la "Caravana de la muerte", volvió hoy a Chile desde Miami y se entregó a la Justicia, informaron fuentes judiciales.
Minoletti, ex comandante de la Compañía del Ingenieros del regimiento de Calama, huyó a EE.UU. en 1998 para evadir la investigación judicial en su contra que dirigía el juez Juan Guzmán.
Aunque no integró el grupo acusado de ejecutar fusilamientos que habría dirigido el general Sergio Arellano Stark, el juez Juan Guzmán decretó el 31 de enero de 2000 el arresto del militar, pero Minolleti ya había huido a Estados Unidos dos años antes.
Su regreso a Chile obedece, según fuentes de tribunales, a que una extradición pondría en riesgo su residencia en ese país y, además, a que sufriría una seria afección al corazón.
En el aeropuerto lo esperaron funcionarios de la policía civil que lo llevaron al despacho del juez Víctor Montiglio, actual encargado del proceso por los episodios de la "Caravana de la muerte".
La comitiva militar recorrió el país semanas después del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 y ejecutó sin someter a juicio a 75 presos políticos en distintas ciudades.
El entonces capitán Minoletti dirigió el entierro clandestino de los 26 prisioneros que la "Caravana de la muerte" asesinó el 19 de octubre en el sector Topater del desierto de Atacama.
El militar también deberá comparecer ante la jueza Rosa María Pinto, a cargo del proceso por el desentierro de los cuerpos de las víctimas de Calama y su lanzamiento al mar entre 1975 y 1976.
Por estos hechos, el sábado pasado la magistrada procesó a los generales (r) Miguel Trincado y Julio Salazar, el ex coronel Luis Aracena y cinco suboficiales retirados, a los que les otorgó la libertad provisional previo el pago de una fianza de 50.000 pesos.
Trincado, ex comandante de la guarnición de Santiago y juez militar de la Región Metropolitana hasta 2006, comandó la operación del desentierro y el lanzamiento al mar de los cadáveres cuando ocupó la jefatura de la Sección de Inteligencia del regimiento de Calama.
Los cuerpos fueron desenterrados a fines de 1975 o comienzos de 1976, trasladados al aeródromo de Calama y lanzados desde un avión al mar.
Según establece el proceso que lleva la jueza Pinto, Minoletti fue quien localizó la fosa para la exhumación y también habría sido parte de esta operación.
El ex militar podría convertirse en el primer oficial que reconozca la presencia en el desentierro de los generales Trincado y Salazar, lo que ambos niegan, aunque a Trincado lo han imputado varios suboficiales.
El caso de Calama es el primer episodio de la llamada "operación retiro de televisores", que consistió en el desentierro a lo largo del país de todos los cadáveres de prisioneros que habían sido sepultados clandestinamente.