SANTIAGO.-El contralor general de la República, Ramiro Mendoza, pidió ayer a todos sus jefes y subjefes de servicio, además de la subcontralora Noemí Rojas, poner sus cargos a disposición. En la Contraloría se explicó que ésta no es una destitución, sino que los planes del contralor son evaluar a cada uno de estos funcionarios de confianza y, en mérito de ello, confirmarlos, enrocarlos o pedirles el cese de funciones.
Al cumplirse el 10 de diciembre, ocho meses de su llegada y con un diagnóstico claro de como debe seguir la institución, Mendoza cree que éste es el momento para conformar su propio equipo para los más de siete años que le quedan.
Por eso se busca dar una señal de transparencia y pedir los cargos a todos, no obstante haya quienes sean confirmados después.
A nivel interno se explicó que si bien la determinación generó desazón en los afectados, a nivel de mandos medios fue bien recibida, ya que muchos de estos funcionarios llevan muchos años. El contralor se tomará 48 horas para decidir y haría las nuevas designaciones la próxima semana.