SANTIAGO.- En sus primeras declaraciones como nuevo vocero de Gobierno, Francisco Vidal desestimó la hipótesis de que con su llegada se reinstala el "laguismo" en la sede de Gobierno.
"Que quede bien clarito, soy el vocero de la Presidenta Bachelet y de este Gobierno. A partir de hoy soy 150% bacheletista", recalcó.
En esa línea incluso no se atrevió a manifestar abiertamente si desea el regreso del ex Presidente Ricardo Lagos el 2010. "A partir de hoy dejé de ser ciudadano y soy ministro secretario general de gobierno de Michelle Bachelet".
El nuevo secretario de Estado también rechazó las críticas de la Alianza, que lo acusó de ser un ministro "campañero", que interviene electoralmente, señalando que viene a trabajar con la mejor disposición y que el 2009 "la ciudadanía decidirá quién gobierna y nuestra tarea es cumplir el programa de Gobierno".
En un tono conciliador, afirmó que trabajará en pos del diálogo, porque "el país requiere el retorno del lenguaje menos confrontacional, porque en los últimos meses y semanas estamos muy peleadores".
Respecto al rol que cumplirá en el complejo momento que enfrenta el Gobierno según las encuestas, Vidal comparó la situación con un partido de fútbol, donde "estamos apunto de terminar el primer tiempo y el director técnico, en este caso la directora técnica, va cambiando jugadores y en este caso me tocó a mi". Y con humor dijo no ser ningún crack sino "de la banca no más".
En este contexto también destacó que "yo no soy bombero. Me encantan los bomberos, he hecho de todo, pero nunca he sido bombero".
Al ser consultado por el cambio en la decisión presidencial de no convocar al gabinete a quienes ya habían desempeñado labores en gobierno anteriores, el vocero sostuvo que los escenarios cambian y que "la gente sabrá entenderlos", destacando que "este tema ya está superado y lo importante es sacar adelante (el Gobierno)".
Sobre el escándalo de Chiledeportes, por el cual asumió responsabilidades políticas, Vidal se limitó a decir que se guiará por las últimas resoluciones de la Contraloría y que el caso está en manos del fiscal Xavier Armendáriz "que es donde corresponde".