SANTIAGO.- Cuando sólo faltan algunos días para que la comisión investigadora del Transantiago dé a conocer su informe final, la Presidenta Michelle Bachelet envió un oficio con sus respuestas al cuestionario que los diputados miembros de la instancia le enviaron el 6 de noviembre recién pasado.
A través del ministro de Transportes, René Cortázar, la Mandataria respondió la minuta de nueve preguntas, tal como establece la Constitución. En el texto, asegura que no conocía los informes de Carabineros, Investigaciones, Metro y otras instituciones que advertían acerca de eventuales estallidos sociales y dificultades técnicas por la puesta en marcha del nuevo sistema de transporte.
Sin embargo, reconoce que sí tuvo conocimiento "en términos globales de la naturaleza de los problemas que se estaban enfrentando y del tipo de soluciones adoptadas para superarlos".
A fines de julio, el ministro Belisario Velasco sostuvo que la Presidenta conoció el informe del Metro que advertía el colapso del tren subterráneo, pero después, en la interpelación en la Cámara, matizó sus dichos, explicando que ella sólo conoció una síntesis de los textos que llegaban a Interior.
Evita ahondar en diferencias con Lagos
Aunque se esperaba que el texto confrontara la apreciación dada por el ex Presidente Ricardo Lagos de que las fallas del sistema se explican más en su implementación que en su diseño, la Jefa de Estado evita polemizar y reitera que el plan "tenía problemas de diseño, de implementación y de incumplimiento de sus obligaciones contractuales por parte de muchas empresas".
En la pregunta sobre la oposición del ministro del Interior, Belisario Velasco, a la partida del Transantiago en febrero de 2007 y los argumentos que esgrimió para ello, la Presidenta se ciñe a la respuesta que dio el propio secretario de Estado durante su interpelación en la Cámara y afirma que la implementación del plan correspondió a una decisión de Estado.
Respecto a qué medidas se requieren para normalizar el sistema, menciona cuatro elementos básicos: alcanzar la meta de 6.400 buses, completar la malla de recorridos, aumentar la velocidad de desplazamiento de los buses (lo que se concretará con vías exclusivas para buses) y tener mecanismos de gestión de flota para asegurar mayor regularidad en el servicio.
Respecto al subsidio de la tarifa del Transantiago, la gobernante señala que antes de su puesta en marcha nunca se discutió el tema, puesto que sólo se consideró conveniente que no se cargaran costos de infraestructura al valor del pasaje.
Añadió que el Ejecutivo fijará su postura en torno a este tema durante el primer semestre del próximo año, una vez que se hayan estabilizado los resultados financieros del sistema de transporte.