SANTIAGO.- Un duro intercambio de palabras tuvieron esta mañana en Puerto Montt la ministra del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), Laura Albornoz, y el diputado socialista Fidel Espinoza (PS).
El incidente se produjo a raíz de la decisión de la titular del Sernam de no ingresar a la sala donde la esperaba una treintena de mujeres que llegaron para entrevistarse con ella, en el marco de la visita que realiza a la capital de la Región de Los Lagos.
Según Espinoza, Albornoz se molestó con las autoridades regionales debido al bajo número de asistentes a un acto programado con adultas mayores de la Población Padre Hurtado a las 10:30 horas de hoy.
En vista de eso, agregó, la ministra se negó a saludar a las 30 mujeres que llegaron a la actividad y que desde primera hora aguardaban por ella.
"Se trata de una actitud inusitada por parte de un ministro de Estado. Al observar que la concurrencia no era la que ella estimada, la señora ministra, de manera irracional y ofendiendo a las adultas mayores, se retiro del lugar, sin siquiera conceder el saludo a nombre de la Presidenta que le pedían las asistentes", relató el parlamentario.
Más tarde, durante un almuerzo con el presidente del PS, el senador Camilo Escalona, y los presidentes regionales de los partidos de las Concertación, la ministra rechazó las críticas a su actitud.
En la oportunidad, el diputado Espinoza le hizo ver el desaire que significó para las mujeres asistentes al acto. Ante lo cual, según contó el propio parlamentario, Albornoz contestó que "las decisiones las tomo yo".
"Fue una actitud grosera y ofensiva que no puede ser parte de la política del gobierno de la Presidenta Bachelet. Es el tipo de situaciones que permite que sectores de oposición critiquen al gobierno. Es una falta de respeto inaceptable, más aun de alguien que está llamada a hacer respetar la dignidad de las mujeres", agregó el parlamentario PS, quien anunció que presentará una queja formal a la Presidenta Michelle Bachelet.
"Esta es una ofensa gravísima, que no vamos a aceptar y que habla muy mal de quien representa a la Presidenta. Ella no tenía derecho a maltratar de esa forma a las mujeres de la zona y debió haberlas recibido aunque hubieran llegado solo tres o cuatro porque a eso fueron invitadas", indicó.