SANTIAGO.- Los mejores puntajes de la PSU coinciden en atribiir sus buenos rendimientos a sus profesores y a la intensa y esforzada preparación que realizaron, según consta en entrevistas realizadas a alumnos de distintos puntos del país.
Nathalie Peláez, de 17 años, egresada del Colegio Inmaculada Concepción de Puerto Montt se declaró un fanática de las Matemáticas. La joven tuvo promedio 6.9 durante los cuatro años de Enseñanza Media. Y atribuyó a su profesor del ramo, al preuniversitario, “y el resto son habilidades, yo creo”.
Dice que esperaba buenos puntajes en matemáticas, pero no puntaje nacional. Y tiene fe en que también le fue bien en las otras pruebas. Quiere estudiar Medicina en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Natalie tiene un hermano de 15, también bueno para las matemáticas, gen que probablemente aportó su padre, Hermes Peláez, contador. La orgullosa madre de los hermanos es Janette García, secretaria de la Intendencia de Los Lagos.
En tanto, Paula Toledo (17) acaba de salir de cuarto medio del colegio Antofagasta British School (Particular). Obtuvo puntaje nacional en la prueba de matemáticas, y afirma que con la preparación que le dio su colegio pudo rendir sin problemas la PSU.
Afirma que no esperaba lograr este puntaje nacional, aunque si se preparó para obtenerlo, y su primera reacción fue de incredulidad, para luego compartir una gran alegría junto a su familia.
“Ahora Estoy mucho más calmada porque tengo la certeza que podré estudiar lo que quería – Ingeniería en biotecnología molecular – y para ello tengo presupuesto irme a Santiago para ingresar a la Universidad de Chile.
Afirma que le entusiasma la idea de partir de la ciudad, y explica que vivirá con su hermana, que también estudia ingeniería en esa misma casa de estudios superiores.
Cristóbal Díaz (17) alumno del colegio Antonio Rendic (Particular) también obtuvo puntaje nacional en la prueba de matemáticas. A diferencia de Paula, este alumno optará por postular a la carrera de Geología en la Universidad Católica del Norte en Antofagasta.
Cristóbal afirma que apoyó sus estudios para la PSU con un preuniversitario, y que pese a todo el esfuerzo que le puso, no esperaba obtener un puntaje nacional, ya que quedó con algunas dudas en varias preguntas.
“Cuando supe la noticia, fue una emoción muy grande, y mi mamá y mi abuela lloraron de la emoción. Fue un momento muy bonito para la familia”.
Por ahora, Cristóbal Díaz espera ver el tema de la postulación a la carrera de Geología, para luego disfrutar de sus vacaciones.
Joaquín De la Maza Bengoa (18) cuenta: Pasé por varios colegios, porque mi papá es marino. Estudié preuniversitario en Química, para reforzar lo que no estudié fuera de Chile (estuvo en G. Bretaña), pero lo principal fue mi colegio”, dice Joaquín De la Maza, del colegio Montemar de Reñaca, puntaje nacional en Matemáticas. Ahora tiene que decidirse entre la UCV o la PUC para estudiar ingeniería civil industrial.
“Mis papás están felices. Igual yo, que esperaba me fuera bien y tenía el nerviosismo de confirmarlo”, dice. Entre sus aficiones está ser DJ y poner música en fiestas. “Eso me ayudó harto. Además, me gusta hacer deporte, que es fundamental para un buen estudio”.
Asegura no haberse sentido nervioso. “De hecho, en la mitad de la prueba tuve que hacer un par de pausas y pensar: ‘Oye, este no es un ensayo cualquiera, esta es la PSU real ¡Concéntrate!’”. Como consejo a los que darán la prueba el año próximo, les indica que deben adquirir el hábito, la naturalidad para rendirla, durante todo el año.
En opinión de Joaquín, las oportunidades están en todos lados, pero en Santiago resulta más fácil encontrarlas.
Nervioso y visiblemente emocionado estuvo ayer el estudiante egresado del Colegio Andrés Bello de La Serena, Braulio Cancino Vera. Y razones tenía de sobra. Muy temprano en la mañana le habían avisado desde el MINUDUC que él era uno de los puntajes máximos en la PSU de matemáticas 2007.
“Fue un poco chistoso, porque preguntaron por el señor Cancino y mi mamá le aviso a mi papá que querían hablar con él. Sólo se dio cuenta que era a mi a quien buscaban cuando le dijeron lo del puntaje”.
Ya más calmado, señala que su hazaña se la debe íntegramente a su profesor del ramo´, Jorge Aguirre. “El me guió en la materia desde quinto básico hasta que salí. Es simplemente extraordinario”.
Sobre sus proyecciones y planes futuros, señala que postulará a ingeniería civil industrial, en la Universidad de Chile. “Me quiero ir a Santiago porque parte de mi familia es de Rancagua y prefiero estar cerca de ellos. Yo se que es muy duro estudiar lejos de la casa”.
Respecto a su preparación, dijo que sólo se preparó en el área científica. “Siempre tuve facilidades en matemáticas. Pero, eso no basta. No es suficiente prepararse el último año. Esto es constancia y se debe comenzar siendo un buen estudiante”.