Onemi: 2007 ha sido el año más difícil en cuatro décadas

Terremoto en Aisén

SANTIAGO.- "Un sismo en Colina, acá en Santiago, grado II en la RM. Precisamente, me acaban de informar que hubo un pequeño sismo ahora que estamos hablando, justamente", dice Carmen Fernández, directora de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi). Minutos antes, para ejemplificar el permanente riesgo de sismos en Chile, había vaticinado que "en este minuto podemos estar conversando y haber un temblor chico o un gran sismo".

Este episodio, que bien puede parecer una anécdota, da cuenta de una realidad recurrente en el país, donde se registra un promedio de cinco mil sismos al año, muchos de ellos imperceptibles. Pero hay periodos en que la naturaleza pareciera ensañarse más con los chilenos. Es el caso de 2007, que a juicio de la directora de Onemi, ha sido el más complicado en las últimas cuatro décadas.

Dos terremotos –en Aisén y Antofagasta-; heladas y prolongadas nevazones, especialmente en La Araucanía; incendios forestales, en el Bío Bío; además de la explosión en el centro histórico de Valparaíso son algunos de los episodios que dan cuenta de lo complejo del año en términos de emergencias, que lo hacen sólo comparable con 1997, cuando el fenómeno del niño provocó intensos temporales y se registró un terremoto en el norte.

"Es una cantidad impresionante de eventos que nos ha llevado a compararlo con el año 1997 y estimamos que los impactos han sido mayores y los eventos más recurrentes aún", señala Carmen Fernández. Consultada sobre hace cuánto tiempo no se registraba un año tan complejo, afirma que "por lo menos unas cuatro décadas, absolutamente, en el comportamiento de la naturaleza".

Terremoto en Aisén: Lo más complejo del año

Al momento de definir el episodio más complicado del año, la directora de la Onemi no duda en señalar "la crisis sísmica en Aisén", que desembocó en el terremoto y posterior tsunami ocurrido el 21 de abril. "Porque nos enfrentamos a un fenómeno absolutamente inédito en el país", afirma Fernández, aludiendo a la gran cantidad de sismos que se registraron entre enero y abril en una zona que no se caracteriza por su sismicidad.

"Hasta aquí hemos vivido en el país muchos fenómenos de recurrencia y enjambres sísmicos, pero creo que aquí se han batido todos los records. No conozco otro fenómeno que llegue a peack de 260 sismos en un día", sostiene Fernández. Agrega que el origen de los sismos también era inédito, "absolutamente focalizados, todos con un mismo epicentro (en el fiordo de Aisén). Trajimos expertos de todo el mundo a mirar este fenómeno".

No obstante las nefastas consecuencias del episodio, donde resultaron personas muertas y desaparecidas, la directora del organismo señala que tiene la conciencia "absolutamente tranquila". "Como persona y directora de Onemi y en representación de mis funcionarios, tengo la conciencia absolutamente tranquila de todo el trabajo efectuado", afirma.  
 
En este sentido, enfatiza que desde que se inició el fenómeno, el 22 de enero, se constituyó en la zona un equipo de especialistas, que se prepararon monitores en los colegios y se desarrollaron planes de evacuación, especialmente en las salmoneras del fiordo de Aisén, donde se indicó que estaba concentrado el mayor peligro. "La gran autocrítica es no haber proyectado a nivel nacional la información que sí trabajábamos a nivel local", sostiene.

"Estamos mejor preparados" para un evento mayor

En cuanto al resto de las emergencias del año, Fernández señala que el organismo respondió "en general con mucha eficiencia". "Fuimos asistiendo a las comunidades afectadas por fenómenos de emergencia de manera muy adecuada", sostiene.

Cita la acción en Tocopilla, donde debieron enfrentar "un escenario bastante atípico" pues la gente no quería abandonar sus casas, que no fueron completamente destruidas. "Esto obligó a generar modalidades de atenciones fuera de lo planificado, con centros de distribución, donde hubo una convulsión que fue amplificada por los medios con la sensación de que había mala coordinación, porque hubo que generar líneas de apoyo totalmente distintas".

Destaca además el proceso de prevención llevado a cabo a través del Plan de Seguridad Escolar, donde superaron en un 20% la cantidad de colegios que se impusieron capacitar en 2007. "Cuesta a veces valorizar internamente, pero creo que estamos dando una lección al mundo frente a la capacidad de reacción y respuesta a comunidades afectadas por desastres", afirma.

Respecto de la seguidilla de sismos que han afectado a la zona central durante las últimas semanas, señala que ha habido una disminución en su frecuencia. "Hay mucho menor sismicidad que lo que teníamos hace una semana atrás", señala, pero aclara que esto no es indicador de que el riesgo esté descartado.

Ante la posibilidad de que se produzca un terremoto en la zona central, señala que "ningún país en el mundo está preparado" para enfrentar un fenómeno de este tipo, pero afirma que si nos comparamos con hace cinco años atrás y con otras naciones de la región, "sí estamos mucho mejor preparados".