SANTIAGO.- El canciller Alejandro Foxley lamentó esta mañana el ataque israelí al complejo de asistencia de la ONU en la Ciudad de Gaza, y abogó por un pronto cese al fuego entre las partes en conflicto.
"Obviamente que estos son hechos que la comunidad internacional no puede aceptar y tiene que aumentar la presión para que las dos partes se sienten a la mesa", declaró el ministro.
Foxley expresó que "hace ya un buen número de días que la situación de Gaza es inaceptable", por lo que para Chile es "indispensable" recoger la postura del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en cuanto a lograr una tregua que dé "el espacio para conversar racionalmente acerca de una solución más de fondo al problema palestino y a la integridad del territorio israelí".
El secretario de Estado descartó que el Gobierno baraje la posibilidad de romper relaciones diplomáticas con Israel, como lo hizo Bolivia al anunciar que presentará una demanda internacional por genocidio en contra del Presidente israelí, Shimon Peres.
"No es un tema que tengamos planteado (...) y los temas como Israel-Gaza se conversan a nivel de Naciones Unidas", manifestó el jefe de la diplomacia nacional, a la salida de una reunión que la Presidenta Michelle Bachelet sostuvo con el grupo de diálogo parlamentario Chile-Perú.
Las palabras del canciller fueron respaldadas posteriormente por el vocero de La Moneda, Francisco Vidal, quien afirmó que "es imprescindible el alto al fuego", porque "a balazos no se va a arreglar nada".
Durante esta mañana, el gobierno israelí se disculpó con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, luego que fuego proveniente de las fuerzas de su país alcanzara el principal complejo de asistencia de la ONU en la Ciudad de Gaza.
El lugar, en el que se habían refugiado cerca de 700 palestinos, fue impactado dos veces por fuego israelí, por lo que tres miembros de su personal resultaron heridos.
Ban Ki-Moon, quien visita Israel como parte de una ofensiva diplomática para lograr un cese al fuego, dijo que protestó enérgicamente ante el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, el cual se disculpó y señaló que la agresión fue un "grave error".