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Impactantes casos de profesores agredidos por sus alumnos

Patadas, combos, fracturas, pinchazos con alfileres y hasta amenazas de muerte son algunas de las agresiones que han sufrido los docentes.

04 de Marzo de 2009 | 16:04 | Renata Robbio, El Mercurio Online

SANTIAGO.- El atentado contra la profesora de Inglés del establecimiento “Pierre Teilhard de Chardin”, Loreto Villaseca López, quien fue acuchillada ayer por un alumno en plena sala de clases, se sumó a las 20 denuncias de ataques contra docentes que lleva registrado el Colegio de Profesores Regional Metropolitano, desde 2007 hasta la fecha.


Patadas, combos, fracturas, pinchazos con alfileres y hasta amenazas de muertes son algunas de las agresiones que han sufrido diversos profesores que ejercen en establecimientos de educación municipalizada.


“Por llamarle la atención me cortó un tendón”    


A la profesora diferencial, Nancy Reyes (49), de la Escuela Diferencial Juan Sandoval Carrasco (Santiago), todavía se le quiebra la voz, al recordar que en 2007, un alumno de 13 años la pateó y le cortó un tendón de su mano, cuando le llamó la atención.


“Le pregunté por qué abría una caja que otro alumno había dejado en el suelo. Este niñito reaccionó violentamente. Me garabateó, recibí golpes en todas partes, me dio un rodillazo en un pecho y como yo me protegí, me agarró las manos, me las retorció y me arrancó el tendón del hueso”, relató Reyes.


Pero eso no fue todo. Tras el ataque, el niño la persiguió hasta la dirección del establecimiento. “Un rato después volvió con otro amigo a pegarme adentro de la oficina y la directora se tuvo que poner firme y corretearlo para que no me hiciera nada”, dijo la profesora.


La profesora precisó que si bien el niño no tenía ningún retardo mental, estaba en un colegio especial debido a que no había logrado integrarse en las escuelas normales, “era agresivo e impulsivo, pero no deficiente mental”.


Además, asegura que el niño no recibió ningún tipo de sanción, sin embargo, tiempo después fue derivado a un programa especial de la Municipalidad, que atiende casos extremos.


“Estuve dos meses con licencia para recuperarme físicamente, pero este tipo de agresiones menoscaban al ser humano y a la profesión, es como si un hijo le pegara a sus padres”, aseguró la profesora.


“La apoderada me amenazó de muerte”


El 2008 fue le último año que Laura Muñoz (61) ejerció como profesora del Colegio Juanita Fernández (Recoleta), antes de jubilar, sin embrago, no fueron los más agradables.


“Yo nunca había tenido problemas con las alumnas y esta niña empezó con agresiones verbales, me amenazaba y me decía: ‘Espérate no más...’, “¿Cuál es su auto?...Que bueno saber que es ese’”, recordó Muñoz, quien además precisó que “coincidentemente”, tras las interrogantes sobre su vehículo, ese año se lo robaron dos veces.


La profesora aseguró el peor incidente de su vida laboral lo tuvo con la madre de la alumna que la molestaba.


“En la reunión de apoderados, la mamá trató de agredirme físicamente, pero los apoderados no la dejaron. Después de esto me dijo: ‘Espérate no más, que afuera te vamos a estar esperando’, haciéndome un gesto en el cuello, como si me fueran a cortar”.


Tras este incidente, la directora le advirtió que no saliera del lugar porque la estaban esperando afuera; llamaron a los carabineros y debió irse escoltada hacia su casa. A la alumna no la dejaron ingresar más a clases, sólo podía rendir las pruebas.


“Una alumna de 3° Básico me pegó y me pateó”


La profesora Iris Flores (61), quien jubiló hace unos meses, asegura que en el colegio donde trabajó los último diez años, “Escuela E 314 Capitán José Luis Araneda (Renca), los alumnos tienen por costumbre agredir a los docentes.


“En 2007 recibí patadas y golpes de puños de parte de una de mis alumnas de 3° Básico. Yo le llamé la atención porque esta niñita era de muy mala disciplina maltrataba a sus alumnos con groserías verbales y golpes, además, les sustraía las cosas, y se arrancaba de la sala por la ventana”, recordó Flores.


El día del incidente, aseguró que retó a la menor porque había intentado escaparse por la ventana, “le llamé la atención y le dije que tenía que mantener una conducta acorde con la sala de clases y me empezó a dar patadas”.


Increíblemente a la niña no la sancionaron y la profesora fue removida de la jefatura de ese curso y quedó a cargo del refuerzo educativo de la escuela.


“Después me enteré que la niña se fue a otro establecimiento y en éste le sustrajo $24 mil a la profesora jefe”, comentó Flores.


“Me enterraron un alfiler”


La profesora de Básica de la Escuela Teniente Dagoberto Godoy (El Bosque), Amalia Muñoz (59), estuvo un mes con licencia médica y todavía continúa en tratamiento psiquiátrico, luego de que un grupo de menores de 8° Básico le enterrara un alfiler en los glúteos.


“Lo pegaron a la silla con silicona. Tuve que constatar lesiones en el policlínico y puse la denuncia en carabineros. Para mí eso no fue una broma, fue una agresión con un objeto corto punzante”, recalcó Muñoz.


Además, aseguró que dos de los   responsables tenían su hoja de vida llena de anotaciones negativas, sin embargo, sólo los suspendieron por dos días.


“Llevo 14 años trabajando y fue la primera vez que me pasa algo así. En ese momento me sentí pésimo, no quería ir a hacer clases a ese curso, para mí era terrible entrar a ese curso”.

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