SANTIAGO.- Dicen que el amor es más fuerte, y en este caso así parece ser. Una pareja de reos que cumplen condena en distintos penales - él en la cárcel concesionada de Alto Hospicio y ella en el Centro Penitenciario Femenino de Iquique- decidió dar el gran paso y casarse en una ceremonia pública.
Pedro R. conoció a Soledad A. hace 16 años en un acopio de basura cerca de Antofagasta. Ella vivía ahí luego de dejar a su pareja y padre de sus seis hijos, por violencia intrafamiliar y maltrato.
Un día estaba “haciendo dedo” y Pedro, camionero en ese entonces, la llevó. Nunca más se separaron, hasta que en el año 2007 los dos fueron detenidos por tráfico de estupefacientes.
Soledad, de 46 años, fue a parar al Centro Penitenciario Femenino de Iquique y Pedro, de 63, a la Cárcel Concesionada de Alto Hospicio.
A pesar de no verse hace años, el amor no se ha acabado y para fortalecerlo más decidieron dar el íi y casarse en una ceremonia que se realizó hoy en el CPF, en el marco de una Plaza de Justicia que se desarrolló en dicho establecimiento.
Los novios fueron acompañados por 200 internas del CPF, autoridades y funcionarios públicos. Es la primera vez que se realiza de manera pública un matrimonio entre reos.
Pedro R. -quien está condenado a cinco años y un día y saldrá en libertad el año 2012- pudo concretar este sueño gracias a su buena conducta, ya que según Gendarmería y Siges, el operador de la cárcel concesionada de Alto Hospicio, no registra a la fecha sanciones ni castigos.
Esta emotiva ceremonia se realizó dentro de la Plaza de Justicia, programada por la Defensoría Penal Pública y Gendarmería. El objetivo es llevar las atenciones del Estado a los internos de los penales.