VALPARAISO.- Molestos se manifestaron los diputados del Partido Radical Social Demócrata (PRSD) con la decisión del Gobierno de otorgarle suma urgencia a la tramitación del proyecto de Ley General de Educación (LGE), que fue despachado por el Senado y pasó a la Cámara Baja para su discusión y aprobación.
Los parlamentarios del partido oficialista pusieron en duda su apoyo a la iniciativa, puesto que su tramitación sólo será en un plazo de 24 horas tras ser revisada por la Comisión de Educación de la Cámara Baja, lo que a su juicio no se condice con la importancia que tiene para el país una ley como ésta.
"Entiendo que vienen varias indicaciones desde el Senado, sobre todo en el tema del financiamiento, por lo tanto necesitamos el debido tiempo para analizar ésta y cada una de las indicaciones y, en su mérito, aprobarlas o rechazarlas", alegó el jefe de bancada de diputados del PRSD, Marcos Espinosa.
A juicio del legislador, "es impresentable que se le ponga suma urgencia para que en sólo 24 horas discutamos la ley y tengamos que votar".
Sus reparos fueron compartidos por el vicepresidente de la colectividad, Fernando Meza, quien sostuvo que "no se puede utilizar a la Cámara de Diputados como un buzón y ordenarle prácticamente, sin estudiar el proyecto, que lo tramitemos y lo aprobemos".
El diputado aseveró que su partido siempre ha estado a favor de aprobar una ley que fortalezca la educación pública, pero no hacerlo sin una discusión previa "amplia y responsable, sólo sería una mera declaración de intenciones que no cumple con todas las aspiraciones del estudiantado, del profesorado, los docentes y, en general, del país".
Por lo tanto, sentenció que la molestia de los radicales "se va a materializar en la votación" de la iniciativa si el Gobierno no cambia la urgencia de su tramitación.