SANTIAGO.- Hasta el Hospital Clínico de la UC llegó el cardenal Francisco Javier Errázuriz a rezar el responso fúnebre junto a la familia de Felipe Cruzat, quien falleció hoy tras esperar infructuosamente durante 93 días un trasplante de corazón.
El cardenal comentó que "Felipe está en paz, está con su rostro en paz, casi con una sonrisa, después de haber recibido tanto cariño y tantas oraciones de todo Chile".
El prelado comentó que la donación de órganos es "un gran deber de caridad", al que todas las personas deben apuntar.
"Es tan importante que todos nosotros estemos dispuestos a poder ayudar a que otras vidas se prolonguen donando órganos, y si llega el momento de nuestra muerte, esa disponibilidad sea muy superior de querer que el entierro sea con todo el cuerpo", dijo.
Además recalcó que es impresionante cómo los padres acompañaron a su hijo durante todo este tiempo, y destacó el hecho que el padre del niño, Gonzalo Cruzat, haya dejado todo de lado, incluso su trabajo, para dedicarse por entero a Felipe.
Errázuriz comentó que hay que agradecerle a la gente que rezó por el menor y su familia y que este hecho "nos impacta profundamente y toca a todo Chile".