SANTIAGO.- Luego de una larga jornada que comenzó el viernes pasado con el deceso de Felipe Cruzat, ahora, el menor puede descansar en paz en el cementerio Parque del Recuerdo, hasta donde llegaron sus restos, después de un emotivo recorrido por las calles de Santiago, donde fue despedido con aplausos, pañuelos blancos y flores.
Durante el trayecto del cortejo fúnebre, se fueron sumando distintas personas que se conmovieron con la historia de Felipe Cruzat, quien murió esperando un trasplante de corazón.
Personas profundamente emocionadas, se asomaban a los balcones a medida que el cortejo enfilaba rumbo al cementerio Parque del Recuerdo, haciendo real el sentimiento que Felipe Cruzat despertó en toda la sociedad.
Una de las última palabras dirigidas al niño, las emitió el vicario franciscano, Francisco Salgado, quien llamó al menor como “Felipe de Asís”, por la fuerte devoción que tenía la familia hacia este Santo.
Asimismo, el sacerdote recalcó que "Felipe es un santo", ya que a pesar de que llegó a este mundo en busca de un corazón que nunca alcanzó, abrió el de todo el país.
El último discurso fue dirigido por su padre Gonzalo Cruzat, quien se despidió ante Dios, reiterando su agradecimiento a todas las personas que se preocuparon por Felipe, "Padre, en tus manos dejo a mi hijo", dijo.
Además, le dedicó un mensaje especial al Cardenal Francisco Javier Errázuriz, luego de que éste le obsequiara a la madre de Felipe, Ignacia Solar, un rosario, que según el sacerdote, sólo se les entrega a las reinas de la Iglesia.
Los familiares más cercanos del menor, como primos y tíos, también subieron al podio, recordándolo como "alegre, sano y juguetón", y describiendo las largas vacaciones que compartieron junto a él.
Hasta las 19.30 de hoy, los padres de Felipe aún permanecían en el cementerio, recibiendo las últimas muestras de apoyo de toda la comunidad del colegio Sagrados Corazones de Manquehue.