SANTIAGO.- El diputado UDI Juan Lobos planteó su disconformidad con los planteamientos realizados por el Gobierno y sus parlamentarios, respecto a la necesidad de abrir una mayor competencia en el negocio de las farmacias.
A juicio de Lobos, el gran éxito de las farmacias en Chile y los importantes recursos que las familias de clase baja y media destinan a comprar medicamentos, no son sino el reflejo del fracaso del sistema de salud público, que hoy no es capaz de entregar diagnósticos y tratamientos adecuados, ni tampoco las medicinas que los pacientes necesitan.
El parlamentario señaló que no tiene sentido pensar en multiplicar aún más las farmacias en Chile y permitir que cualquier comerciante venda remedios.
Lo que debe ocurrir es que el Estado se haga cargo, a través de Fonasa, de su responsabilidad de proporcionar en forma gratuita y oportuna todos los medicamentos genéricos que la gente necesita para garantizar su salud.
El diputado Lobos denunció que los medicamentos más vendidos por las farmacias en Chile son los analgésicos y otros que tienen por objetivo el tratamiento sólo de los síntomas de las enfermedades. Esto ocurre porque la gente no tiene acceso a un diagnóstico profesional y opta por automedicación, lo que significa que su dolencia no se trata oportunamente. Por el contrario, muchas veces se agrava la enfermedad por el abuso de analgésicos y medicamentos sin receta.
Por ejemplo, si un hombre mayor de 50 años tiene dolor de espalda, la solución a su problema no es que tome analgésicos todos los días, que al final le van a dañar el hígado. Lo racional es que vaya donde un médico especialista, tenga un tratamiento adecuado, incluso con cirugía si es necesario, y que tome sólo los medicamentos estrictamente necesarios.
Las farmacias, insistió, deben ser concebidas como establecimientos para aquellas personas de mayores recursos, que tienen acceso a la salud privada y que pueden comprar los medicamentos de marca que prefieren.
Sin embargo, para los 11 millones de chilenos que tienen cobertura a través de Fonasa, lo razonable es que sea el propio sistema de salud público el que entregue, completamente gratis, todos los medicamentos genéricos que las personas necesitan, lo que significa que no necesiten ir a una farmacia.