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Madre que rechaza quimioterapia para su hijo: "Él me dice que no quiere sufrir más"

En el Hospital Clínico de Valdivia afirman que Robinson, de 11 años, quien padece leucemia, tiene un 40% de posibilidades de sobrevivir si se somete al tratamiento.

15 de Abril de 2009 | 09:16 | Natacha Ramírez, El Mercurio Online
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Robinson le ha dicho a su madre que no quiere someterse al tratamiento porque sus amigos que lo han hecho han muerto igual.

Cristián Cáceres, El Mecurio

SANTIAGO.- "Mi hijo sabe todo, sabe que se va a morir y él se niega, no quiere quimioterapia", afirma Ximena Noa, madre de Robinson, de 11 años, a quien le diagnosticaron leucemia y cáncer testicular, pero la mujer rechaza someterlo a quimioterapia argumentando que el menor no resistiría el tratamiento.


Por este motivo la oncóloga Pilar Martínez, a nombre del equipo médico del Hospital Clínico Regional de Valdivia, donde el niño se trata, interpuso un recurso de protección para obligarla a que someta al menor a dicha terapia, el que fue acogido por el tribunal. No obstante, la madre aún tiene plazo para apelar a la resolución.


Ximena se niega a la quimioterapia basándose en una dura experiencia anterior que debió enfrentar cuando, en 2005, Robinson padeció leucemia por primera vez, la que fue tratada exitosamente con quimioterapia en el mismo recinto médico.


"Cuando estaba tratándose, él no quería la droga y me pedía a gritos la muerte porque no quería sufrir más. Él decía 'por qué yo tengo que estar en esto si mis amigos (que se someten a quimioterapia) se mueren igual'. Y ahora como él sabe todo lo que ha pasado me dice que no quiere sufrir más", afirma Ximena.


Cuenta que durante el anterior tratamiento al menor "le daban náuseas, alergias, se ahogaba, se le dañaban los riñones, vomitaba". Por esto afirma que si ahora lo vuelven a tratar "mi hijito no resiste". "Él se acuerda de todo lo vivido y me dice 'por favor mamá, no permitas que me lleven'", señala.


Recuerda que cuando el 23 de marzo pasado le diagnosticaron cáncer testicular y le dijeron al niño que debía ser nuevamente tratado, "él se puso en una ventana y estuvo un buen rato mirando ahí, y cuando se le pasó el llanto y nos fuimos a la casa él me dijo 'si hubiera estado esa ventana abierta, yo me tiro'".


La mujer piensa que "es injusto" obligar a su hijo a una situación que él no desea "y que me tapen la boca con unas leyes de protección al menor para hacerlo padecer todo eso. El diagnóstico que tiene mi hijo es que muere igual", afirma Ximena entre sollozos, "pero no quiero que sufra".


40% de posibilidades de sobrevivir


Sin embargo, en el Hospital de Valdivia la opinión es distinta. Según señala el director del recinto, doctor Patricio Rosas, el equipo de oncólogos se decidió a ayudar al niño a través de la justicia debido a que "tiene el 40% de posibilidades de tener éxito, lo que es muy similar que lo que presentó hace cuatro años atrás", cuando también padeció leucemia.


"En esa oportunidad, se le realizó una quimioterapia y, como resultado, pudo vivir cuatro años libremente. Esa quimioterapia fue bastante efectiva y en un control hace poco presentó nuevamente reaparición, lo cual motivó que la misma doctora que lo había tratado planteara que debía entrar en una segunda fase de quimioterapia", explica.


Recalca que "el tiempo es importante porque cuanto antes se inicie la quimioterapia tiene mayor posibilidad de éxito". Por el contrario, si el menor no se somete a dicho tratamiento, los médicos afirman que las posibilidades de fallecer son del 100%.


El doctor Rosas dice que entienden a la madre del menor, pues "para un niño sometido a quimioterapia la vida es muy difícil, es más doloroso, ella quedó bastante traumatizada con esto y uno entiende que haya reaccionado de esa forma". Pero recalca que "aquí nuestra obligación es mantener el derecho a la vida del paciente, sobre todo si es menor de edad".


Respecto de las afirmaciones de la madre acerca de que el niño no resistiría someterse nuevamente al tratamiento, el médico dice creer "que es un temor, obedece un poco a lo que ella vio hace cuatro años cuando se hizo las primeras quimioterapias y es entendible desde el punto de vista de una madre".


Lo único que quiere es comprarse juguetes


A pesar de todas estas razones, la madre afirma que lo único que quiere es ver a su hijo feliz, lejos del doloroso tratamiento. Dice que aún no evidencia síntomas de la enfermedad y que ella se esfuerza por tratarlo como un niño normal "para que lo pase bien y se olvide de que está enfermo". "Yo solamente se lo entrego a Dios", sostiene.


Cuenta que su rutina consiste en llevarlo "al cine, a pasear, él lo único que quiere es comprarse juguetes y jugar. Me pide una patineta, yo se la compro, juega, vive, vamos para un lado y otro, yo no he gastado mi sueldo en nada más que en mi hijo. Todo lo invierto en mi hijo, en salir, en comer lo que él quiere".


Dice que, al mismo tiempo, lo ayuda con medicina naturista, a base de yerbas, semillas, y estimulantes para el apetito. "El naturista me dice que el niño tenía el sistema nervioso muy alterado", cuenta Ximena, quien cree en la efectividad de dicho tratamiento.


Sobre este punto, el doctor Rosas explica que en el hospital "en ningún momento se le ha negado la medicina alternativa como complemento. Pero, obviamente, tiene que someterse a la quimioterapia porque está probado que es el tratamiento que necesitan este tipo de pacientes".

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