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Santiago: Jueves 21 de noviembre del 2024 | Actualizado 13:36
SANTIAGO.- El principal sospechoso del homicidio de María José Esquivel, la adolescente que recibió un disparo en un bus del Transantiago el domingo pasado, fue capturado esta tarde y en estos momentos se encuentra detenido en la Brigada de Homicidios (BH) de la PDI.
Se trata de Miguel Ángel Rojas Urrutia (32), alias "El Miguelito", que era intensamente buscado por un grupo especializado de la BH en la Región Metropolitana y quien tiene un prontuario de siete condenas por delitos de robo y lesiones, y en seis de ellas recibió el beneficio de pena remitida o reclusión nocturna.
De acuerdo con la versión entregada por la Policía de Investigaciones, Rojas Urrutia fue detenido poco antes de llegar al Centro de Justicia, donde supuestamente pensaba entregarse.
El sujeto es sindicado por la Fiscalía Metropolitana Sur como el autor del disparo que terminó con la vida de la joven de 16 años cuando viajaba en un bus alimentador hacia su trabajo como empaquetadora en un supermercado de La Pintana.
El delincuente se había subido a la máquina poco antes que María José Esquivel, junto a Sebastián Ovalle Ovalle (19) y Richard Candia Salas (19), quienes fueron detenidos hace dos días tras prestar declaración voluntaria ante el Ministerio Público.
El fiscal Hernán Soto les imputó el delito de homicidio simple, argumentando que ambos sabían que Miguel Rojas portaba un arma y que "son personas que demuestran un total desprecio de la vida humana al no ayudar a la víctima".
Concertados para robar
Según la investigación del Ministerio Público, ambos imputados y el propio Rojas Urrutia estuvieron ingiriendo alcohol y drogas durante toda la noche anterior en una plaza de El Bosque.
Al terminar el consumo, el grupo se dio cuenta de que le faltaba dinero, por lo que decidieron ir a robar antes de asistir a otra fiesta en La Pintana. Enseguida caminaron al paradero y se subieron sin pagar al bus alimentador del Transantiago.
Richard Candia y Miguel Rojas se sentaron juntos detrás de María José Esquivel. Ovalle, en tanto, lo hizo más adelante.
La tranquilidad del viaje terminó súbitamente cuando "El Miguelito" sacó una pistola y comenzó a jactarse de ella. Mientras la manipulaba, el arma se percutó en dirección a Esquivel.
Al verla ensangrentada, el trío le gritó al chofer para que se detuviera y así poder escapar. Una vez en la vereda, acordaron huir en diferentes direcciones.
