Tres de las casas llegaron directo al mar.
Sergio González, El MercurioPUERTO MONTT.- "Fue como un terremoto. Un ruido fuerte, se movió todo, empezó a titilar la luz y cuando salimos a mirar las casas ya no estaban", dijo atribulada Miguelina Alvarado, una de las vecinas más cercanas de las seis familias que perdieron sus casas esta madrugada tras el derrumbe de una ladera de un cerro en el borde costero del sector Chinquihue, a seis kilómetros de Angelmó.
Tres de las casas llegaron directo al mar y lo que quedó armado de ellas flotaba esta mañana en medio de las lanchas pesqueras y otras embarcaciones de cabotaje.
Los propietarios de las viviendas no lograban convencerse de la tragedia. La señora Rita pasó toda la noche caminando, sin entender lo que ocurría.
Carabineros en tanto, tuvo que suspender todo el tránsito vehicular en la angosta ruta que une Puerto Montt con el sector industrial de Chinquihue, "el peso de los camiones puede provocar vibraciones y hay un socavón debajo de la calzada", precisó el prefecto de Llanquihue, coronel Pedro Messen, quien revisaba el sector temprano esta mañana.
Y aunque aún no hay una explicación oficial de lo ocurrido, los vecinos del sector dicen que una empresa estuvo haciendo unos trabajos en las laderas del cerro y que pueden haber debilitado el terreno.
Evacuación de emergencia
Pese a la violenta caída de las viviendas, desde una altura de unos 20 metros, no hubo víctimas ni personas lesionadas.
Bomberos que llegó al lugar cerca de la medianoche, obligó a la evacuación de todos los residentes luego de constatar que las viviendas ya presentaban problemas de estabilidad.
Vecinos contaron que se percataron de que algo raro ocurría cuando las puertas de sus casas no cerraban bien, "estaban como descuadradas", después vino el ruido y el deslizamiento.
Miguelina, antigua vecina del sector, dijo que todo ese cerro había sido alguna vez una verdadera cascada, "lleno de vertientes. Todas las familias que se instalaban aquí encauzaban una vertiente para tener agua limpiecita, que venía del fondo de la tierra".
Después, continúa, "cuando nos instalaron agua potable, bloquearon todos esos puntos y quedaron ahí, pero el agua seguía saliendo y algún día iban a reventar".
Según ella, a eso se suma "lo blando que quedó el relleno, porque todo este borde es relleno, ganado al mar. Aquí deberían descabezar todo ese cerro", advierte, porque siempre van a seguir habiendo deslizamientos.
Otros vecinos responsabilizan a una empresa contratista que está haciendo una limpieza del borde de la carretera, que habrían roto algunas cañerías. Y no faltó quien aseguró que era un ojo de mar que se llenó sorpresivamente reblandeciendo el terreno.