SANTIAGO.- Desde la División de Organizaciones Sociales (DOS), dependiente del Ministerio Secretaría General de Gobierno, se afinan los últimos detalles del Primer Catastro Nacional de Voluntariado, que se abrirá este martes 5 de mayo y que busca “tomar una fotografía” de la acción voluntaria y sus formas asociativas a nivel nacional, además de conocer su realidad, características y tendencias.
Según indicó el coordinador del programa, Hugo Cabrera, “con este catastro se busca saber los quiénes, los cuántos, los cómo y los dónde del voluntariado en Chile", un objetivo no menor, si se considera la relevancia que ha adquirido en nuestro país la práctica de diversas iniciativas enmarcadas en el ámbito del voluntariado.
Ya en el año 2000, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) estableció que en Chile había a lo menos seis mil 400 organizaciones que, estando orientadas al servicio de terceras personas, podrían ser consideradas como entidades de voluntariado.
La Universidad John Hopkins, por su parte, concluyó en un estudio realizado el 2006- que en Chile existirían alrededor de cien mil asociaciones de diversa naturaleza que incluirían una faceta de voluntariado en su quehacer.
De acuerdo a lo señalado por Cabrera, “el catastro registrará los programas voluntarios, los tipos de intervención, los actores involucrados y los recursos movilizados, entre otras variables del voluntariado nacional".
Según se indicó, el catastro espera “tomar una fotografía” a la situación radicada en organizaciones de la sociedad civil (organizaciones funcionales, fundaciones y corporaciones, etc.), pero también el expresado en organizaciones sin personalidad jurídica, movimientos, servicios públicos y empresas que también trabajan con voluntarios.
La metodología del estudio considera una ficha, que será aplicada a líderes de las organizaciones. Esto podrá ser mediante encuestadores o a través del llenado de una ficha online al mail catastro@msgg.gov.cl.
El voluntariado constituye una modalidad de acción social que se caracteriza por su alto contenido ético y solidario.
Los involucrados realizan actividades de interés público, no remuneradas y llevadas a la práctica de forma libre y por propia convicción personal, a través de múltiples organizaciones que le dan al compromiso voluntario una proyección en el tiempo: el voluntariado femenino de hospitales, las masivas jornadas de trabajos estudiantiles de verano y las distintas entidades que trabajan contra la pobreza o atendiendo a niños en riesgo social, entre muchas otras expresiones, son ejemplos vivos de la acción de este tipo.
Según Cabrera, en el voluntariado, además, las personas expresan su compromiso como ciudadanos activos: “La acción supone el ejercicio de virtudes cívicas que generan confianza, integración, cooperación y, por lo tanto, capital social", puntualizó.