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Santiago: Jueves 21 de noviembre del 2024 | Actualizado 12:13
Vea el polémico video
SANTIAGO.- "Encontré patética su respuesta, pero quedé muy satisfecho ya que logré mi objetivo de dejarla en evidencia", confiesa Adolfo Acuña, el estudiante de 19 años que con su perspicaz pregunta a Marta Larraechea hizo que ésta terminara acusando a Soledad Alvear del indulto que realizó Eduardo Frei a un narcotraficante durante su gobierno. Y no le bastó con eso, sino que subió la polémica respuesta a Youtube, siendo ampliamente difundida por la prensa con sus respectivos coletazos.
El joven acudió el 28 de marzo pasado a un encuentro que sostuvo la ex Primera Dama con habitantes del rural poblado de Mercedes -ubicado a 8 kilómetros de Talca- en la junta de vecinos de la localidad, en el marco de las primarias de la Concertación. "Martita decidió visitar los sectores rurales de la zona en su motivación de 'colaborar' con la campaña de su marido", ironiza Adolfo.
En ese contexto, el estudiante –quien dice que "le gusta estar informado del acontecer político"- cuenta que decidió formularle la pregunta sobre el indulto que en 1994 concedió su esposo al narcotraficante Ángel Vargas Parga -condenado por internar 500 kilos de cocaína al país- "porque me pareció pertinente y coherente, ya que justo se estaba tratando el tema de la drogadicción".
Aunque confiesa que "obviamente quise ponerla en jaque" debido a que dice estar harto de que "los dirigentes de la Concertación pretendan moldear las conciencias de un grupo de personas vulnerables". "Personalmente, creo que las visitas se focalizaron en los sectores rurales ya que acá se encuentran las personas más vulnerables a los discursos populistas y demagógicos", explica.
"Martita ni se inmutó"
Como el video sólo está compuesto por audio y fotografías, el autor cuenta cómo fue la reacción de Martita ante su pregunta. "Lo más insólito es que ni se inmutó, sonrió de una forma burlesca como insinuando que mi interpelación no poseía ningún valor, e inmediatamente procedió a culpar a la Ministra de Justicia de ese entonces, la senadora DC Soledad Alvear", relata el joven.
Dice que tras el impasse, "ella no me miró más". "El dirigente que la acompañaba le cedió rápidamente la palabra a otra persona. La única que me miraba, y con bastante odio, era su asistente personal, por un momento pensé que me iba a encarar, pero no ocurrió", recuerda.
Adolfo, quien siente haber cumplido cabalmente su objetivo, cuenta que una vez que salió de la sede de la junta de vecinos "reí bastante, discretamente, claro".
Un punto que le llamó la atención es que la ex Primera Dama tras haber acusado directamente a la Ministra de Justicia de ese entonces haya declinado "dar nombres". "Eso demuestra que ella estaba consciente de las injurias con las que gratuitamente estaba atacando a Soledad Alvear y seguramente se percató de la brutalidad de sus afirmaciones y prefirió no dar su nombre", conjetura.
