Esta fue la ventana por donde ingresaron los delincuentes.
Francisco Águila, El Mercurio OnlineSANTIAGO.- Con retratos hablados, Carabineros busca a los dos delincuentes que asaltaron una casa de la calle Ascencio de Zavala, en Vitacura, en la que amarraron a una empleada doméstica y se llevaron un millonario botín.
Así lo confirmó esta mañana el jefe de la 37ª Comisaría de esa comuna, mayor Marcelo Aburto, quien agregó que los delincuentes se cubrieron las manos antes de "desmontar una ventana del primer nivel para ingresar, para luego subir al segundo piso, donde se encontraba la asesora del hogar. Y al darse cuenta, ella es amenazada por uno de los sujetos con un arma blanca, y luego la ataron con cables de audífonos".
Aburto sostuvo que los retratos ya están en manos de los efectivos de la Sección de Investigación Policial de su unidad, los que se encuentran estableciendo la posible identidad de los delincuentes, para luego confirmar si participaron de algún otro atraco o no.
La dueña de casa, Josefina Covarrubias, calificó el hecho de "macabro".
"Encuentro que es un desagrado y pasa todo el tiempo. Yo estoy dando esta entrevista para que la gente se dé cuenta porque esto nos está pasando a todos", dijo la mujer que trabaja como agente en la Bolsa de Comercio de Santiago.
Covarrubias relató que su empleada, que no fue identificada, "se encontraba en el computador, comunicándose con su familia, porque es peruana, y sintió ruidos (...) yo acababa de salir. Pensó que eran los niños y al bajar se encuentra con un tipo que le pone un cuchillo grande en el cuello. Luego la agarra y la empieza a tratar muy mal, con groserías y todo".
Los delincuentes amarraron a la asesora del hogar con un cable de audífonos, para luego llevarla por todas las habitaciones de la casa, exigiéndole que dijera dónde había una caja fuerte. Finalmente la encerraron en la despensa, bajo amenaza de muerte si salía o llamaba a la policía.
Tras lo anterior, los delincuentes estuvieron cerca de media hora en la vivienda y se llevaron un computador, un notebook, dos cámaras digitales marca Cannon y Nikon, consolas de juegos, joyas, ropa y palos de golf, lo que fue avaluado entre 8 y 10 millones de pesos por la afectada, que negó que su empelada haya sido abusada sexualmente como se indicó en primera instancia: "Sí hubo un acoso permanente y la tocaron, pero no llegaron más allá", indicó.
Covarrubias aseguró que implementará nuevas medidas de seguridad en su casa, pero descartó abandonar la vivienda. "No pienso irme de acá porque esto no me la va a ganar. Hay que luchar contra eso, pero yo no me cambio".