Este es el afiche que por ahora se puede ver en los terminales de buses de dos comunas.
EmolSANTIAGO.- Desde hoy todos los terminales de buses de Conchalí y Estación Central comenzaron con una intensa campaña para encontrar a Loreto Sepúlveda León, una estudiante de cuarto medio que desapareció el 29 de agosto del año pasado cuando se dirigía al colegio Pitágoras.
Marta León, madre de la joven, dijo la situación como "terrible" y dijo que "ya llevamos casi nueve meses buscándola. La tensión ya es mucha. Las fuerzas como que ya empiezan a flaquear, pero confiamos en Dios que aparezca".
"El objetivo de esta iniciativa es que en todos los terminales de buses del país se instalen innumerables afiches e imágenes de la joven perdida. Esperamos que los millones de viajeros que transitan por los terminales puedan dar alguna pista para encontrarla", dijo el alcalde Delgado.
Por su parte, el jefe comunal de Conchalí explicó que "esta actividad se enmarca en una campaña que busca unir a todas la comunidad para encontrar a Loreto" e invitó a todas las municipalidades a que colaboren con la causa, "ya que nadie está ajeno a una situación como esta".
Loreto Sepúlveda León fue vista por última vez al salir de su casa, en calle Los Olivos de la villa La Palma, en la comuna de Conchalí.
Según los antecedentes entregados a El Mercurio por la Brigada de Ubicación de Personas de la PDI, Briup, recibe 300 denuncias promedio mensual por presuntas desgracias, el 95% de las cuales son aclaradas e informadas a las fiscalías del Ministerio Público. En su mayoría corresponden a casos de abandono de hogar, desavenencias conyugales o motivaciones económicas.
No obstante, destacan que las desapariciones de niños son escasas. Y cuando ocurren son resueltas con celeridad. Las víctimas son jóvenes o adolescentes, por lo general universitarios víctimas de la soledad o desarraigados de sus familias.
Otros jóvenes desaparecidos
La noche del 1 de octubre de 2005 fue la última vez en que fue visto Carlos Millán Cárdenas, estudiante de Turismo de la Universidad Austral, de 22 años, quien desapareció después de una fiesta estudiantil.
Desde entonces, han circulado diversas versiones respecto de su posible paradero, y otras pistas difusas entregadas por quienes dicen haberlo visto. Millán habría caminado por el centro de Valdivia para regresar a la pensión donde vivía. Se cambió de ropa y volvió a salir a la calle donde se perdió su rastro.
En los días siguientes a la desaparición del joven, sus padres, Hugo y Cristina, salieron de su casa en Ancud y se establecieron en Valdivia para encabezar la búsqueda. Golpearon puertas, imprimieron volantes y afiches pidiendo ayuda y consiguieron rastrear los ríos cercanos con ecosonda y perros adiestrados para buscar cadáveres, sin lograr ningún resultado.
En octubre de 2008 pasado desapareció en Viña del Mar el joven punk Julián Lagos, de 23 años, estudiante de agronomía. Fue a la playa de Reñaca con sus amigos a beber cerveza y nunca más se supo de él.
Otro caso extraño ocurrió en mayo del 2007. El estudiante de veterinaria Álvaro Canales, de 24 años, dejó una carta en su departamento del centro de Santiago, para que no lo buscaran, dando a entender que cometería suicidio. Su cuerpo nunca ha sido hallado. Era famoso por su misticismo y sus conocimientos de la Biblia.
Y en julio del 2006 desapareció la estudiante de obstetricia Karina Paredes, de 19 años, oriunda de Punta Arenas. Se le conocía por su estilo gótico, el vestuario negro que siempre usaba y su tendencia a la depresión nerviosa, al parecer por la soledad en que estaba.